INFORMACION DE LA CIUDAD DE BRUSELAS Sergi Reboredo acceso al Bruselas
El Atomium, con sus 102 metros de altura y 2400 toneladas de peso, representa la estructura de un átomo de hierro aumentado 165 millones de veces. Sus esferas fueron construidas por André Waterkeyn en acero y aluminio para la Exposición Internacional de 1958, y está formada por nueve esferas de 18 metros de diámetro cada una, comunicadas entre sí por escaleras mecánicas. En principio se habló de desmontarla una vez concluida la exposición, pero rápidamente se convirtió en una atracción turística que todavía perdura en la actualidad, y que se ha convertido incluso en un icono de la ciudad. En marzo del 2004 se llevó a cabo un proceso de rehabilitación que duró hasta febrero del 2006, incluyendo un ascensor que sube hasta la cima a una velocidad de 5 m/s. Cuenta con un espacio interior para albergar exposiciones y un restaurante. El Atomium, con sus 102 metros de altura y 2400 toneladas de peso, representa la estructura de un átomo de hierro aumentado 165 millones de veces. Sus esferas fueron construidas por André Waterkeyn en acero y aluminio para la Exposición Internacional de 1958, y está formada por nueve esferas de 18 metros de diámetro cada una, comunicadas entre sí por escaleras mecánicas. En principio se habló de desmontarla una vez concluida la exposición, pero rápidamente se convirtió en una atracción turística que todavía perdura en la actualidad, y que se ha convertido incluso en un icono de la ciudad. En marzo del 2004 se llevó a cabo un proceso de rehabilitación que duró hasta febrero del 2006, incluyendo un ascensor que sube hasta la cima a una velocidad de 5 m/s. Cuenta con un espacio interior para albergar exposiciones y un restaurante. Dos chinos se fotografían en La Grand Place. Conocida por su bella arquitectura, ésta es la principal plaza de Bruselas y está catalogada como una de las mejores ornamentadas del mundo. Fue inscrita en la lista del patrimonio mundial de la UNESCO en 1998, y en ella se ubican edificios de vital importancia como el ayuntamiento gótico del siglo XV y otras no menos pintorescas que datan del siglo XVII. Lamentablemente, en 1965, durante la Guerra de la Liga de Augsburgo, la mayor parte de los edificios, al ser de madera, quedaron reducidos a ceniza, resistiendo únicamente algunos que estaban construidos en piedra. Entonces los mercaderes de la zona se reunieron y volvieron a edificar, esta vez en piedra, el colosal conjunto arquitectónico que podemos ver hoy en día. En Agosto, cada dos años, los horticultores de Gante colocan una alfombra de flores que ocupa  25 X 75 metros en medio de la plaza.
     
Le Pigeon en La Grand Place. La Paloma es uno de los edificios más populares de la Grand Place, ya que Victor Hugo pasó parte de su exilio francés en esta casa durante 1852. Originariamente el edifico pertenecía al gremio de pintores. Según palabras del propio Victor Hugo, la Grand Place era la plaza más bella de Europa. Algunos balcones de Le Pigeon en La Grand Place. La Paloma es uno de los edificios más populares de la Grand Place, ya que Victor Hugo pasó parte de su exilio francés en esta casa durante 1852. Originariamente el edifico pertenecía al gremio de pintores. Según palabras del propio Victor Hugo, la Grand Place era la plaza más bella de Europa. Algunos de los tejados de Louve, Sac y Brouette. Grand Place. El Louve, Sac y Brouette son un conjunto de casas que no fueron reconstruidos en 1695, cuando el resto de los edificios de la Grand Place se renovaron. Debido a la conservación de sus fachadas, se les consideran los edificios más bellos de la Grand Place.
     
Un ciclista y al fondo los edificios de Louve, Sac y Brouette. Grand Place. El Louve, Sac y Brouette son un conjunto de casas que no fueron reconstruidos en 1695, cuando el resto de los edificios de la Grand Place se renovaron. Debido a la conservación de sus fachadas, se les consideran los edificios más bellos de la Grand Place. Algunos de los balcones y fachadas de Louve, Sac y Brouette, junto al Hôtel de Ville. (Ayuntamiento). Grand Place. El Louve, Sac y Brouette son un conjunto de casas que no fueron reconstruidos en 1695, cuando el resto de los edificios de la Grand Place se renovaron. Debido a la conservación de sus fachadas, se les consideran los edificios más bellos de la Grand Place. Hôtel de Ville. El edificio del ayuntamiento, que ocupa la fachada suroeste, es el único edificio medieval que queda hoy en día en pie y fue construído entre 1402 y 1455 probablemente por Jean Bornoy. Su torre, asimétrica con respecto al edificio, de 96 metros de altura, es de estilo gótico y fue diseñada por Jean van Ruysbroeck en 1449. Una leyenda urbana cuenta que el arquitecto, al comprobar el supuesto error de que la torre no quedara ubicada en el centro, se subió a ésta y se arrojó al vacío, aunque en verdad ambas partes no fueron construidas al mismo tiempo. Encima de la torre se encuentra una alta estatua de bronce de 5 metros del arcángel Miguel, patrón de Bruselas, matando a un dragón o demonio. La parte izquierda del ayuntamiento consta de doce arcos, incluído el campanario, que representan la alquimia húmeda en doce etapas. En cambio, el lado derecho cuenta únicamente con siete arcos, contando el campanario, que simbolizan la nueva alquimia seca, en siete etapas. La fachada está decorada con numerosas estatuas que representan los nobles, los santos y figuras alegóricas.
     
Los sábados por la mañana se celebran bodas en el Hôtel de Ville (ayuntamiento). El edificio del ayuntamiento, que ocupa la fachada suroeste, es el único edificio medieval que queda hoy en día en pie y fue construído entre 1402 y 1455 probablemente por Jean Bornoy. Su torre, asimétrica con respecto al edificio, de 96 metros de altura, es de estilo gótico y fue diseñada por Jean van Ruysbroeck en 1449. Una leyenda urbana cuenta que el arquitecto, al comprobar el supuesto error de que la torre no quedara ubicada en el centro, se subió a ésta y se arrojó al vacío, aunque en verdad ambas partes no fueron construidas al mismo tiempo. Encima de la torre se encuentra una alta estatua de bronce de 5 metros del arcángel Miguel, patrón de Bruselas, matando a un dragón o demonio. La parte izquierda del ayuntamiento consta de doce arcos, incluído el campanario, que representan la alquimia húmeda en doce etapas. En cambio, el lado derecho cuenta únicamente con siete arcos, contando el campanario, que simbolizan la nueva alquimia seca, en siete etapas. La fachada está decorada con numerosas estatuas que representan los nobles. Una pareja en uno de los muchos restaurantes del barrio de Ilôt Sacré y Jardin Botanique. El origen de Ilôt Sacré se sitúa a finales de los años 50, cuando Bruselas estaba inmersa en la preparación de la Exposición Universal de 1958. Con el fin de mejorar el tráfico rodado y facilitar el acceso de turistas, se acordó ampliar y modificar el centro de la ciudad. Edificios con siglos de historia ubicados en las calles Rue des Bouchers y Rue des Dominicains fueron derribados para dar paso a calles y avenidas más anchas. A principios de los 60 los propietarios se unieron para proteger los edificios históricos que quedaban en pie creando islotes (ilôts en francés) que conservaran su patrimonio. Interior de uno de los autobuses urbanos de Bruselas.Es una manera cómoda de viajar, sobretodo para unir recorridos de la ciudad en los que tuviéramos que hacer transbordo en las líneas del metro. Solamente se paran en las paradas marcadas siempre y cuando hayamos avisado que queremos detenernos pulsando el botón de parada, o bien haya algún pasajero esperando para subir. Fun-cionan durante las 24 horas del día, y lo más fácil para orientarse es buscar en las marquesinas de las paradas la información sobre el recorrido. El billete se puede abonar en metálico o bien hacerlo mediante la tarjeta combinada del metro con la cual podemos cambiar de línea de bus, de metro a bus o viceversa durante un periodo de una hora sin pagar más. Si el billete lo hemos comprado anteriormente deberemos volverlo a marcar en las máquinas de color naranja. Los autobuses con nombres de letras pertenecen a la compañía flamenca De Lijn, y los que comienzan por número a la STIB/MIVB.
     
Se venera a la estatua de un niño llamado Manneken-Pis, y nadie sabe muy bien por qué. La leyenda cuenta que apagó una bomba con su pipí. Un acto heroico que, desde luego, se ha homenajeado porque cuenta con un guardarropa de más de 600 vestidos, algunos confeccionados por modistas de alta costura. Manneken Pis. Rue de l’Étuve, 46 esquina Rue du Chêne. <M> Bourse. Esta estatua de bronce de apenas 30 centímetros de un niño desnudo haciendo pis en una fuente es el símbolo por excelencia de la ciudad. Esculpida por Jérôme Duquesnoy en 1619, sufrió varios intentos de saqueo en siglos posteriores hasta que por fin consiguieron robarla en 1960, aunque fue recuperada poseriormente. Para preservarla,  actualmente se exhibe una copia de bronce, y el original descansa en el Musée de la Ville de Bruselas. Varias leyendas sitúan su procedencia, unos dicen que el hijo de un duque se puso a orinar en medio de una batalla que acabaron ganando y la estatua consagra ese coraje militar, otros dicen que un niño llamado Juliaanske vio como colocaban dinamita en las murallas y, antes de que la mecha detonara la carga, consiguió orinar encima deteniendo de esta manera la explosión y salvando la ciudad de una conquista. Fuere como fuere hoy en día es un mito y cuenta con más de 800 trajes diferentes pertenecientes a todo tipo de culturas y naciones. Entre éstos figuran, por ejemplo, trajes típicos de varias comunidades autónomas españolas, de torero, del cid campeador, del barça y del Madrid, de castellers de Vilafranca e incluso de la cofradía de la Hermandad de Cruzados de la Fe. Zinneke. www.hallessaintgery.be Rue des Chartreux esquina Rue du Vieux Marché aux Grains. <M> Bourse. Según la gerga local, esta palabra servía para denominar a los perros vagabundos que deambulaban por la ciudad sin dueño, aunque en la actualidad también da nombre a la expresión de la creación artística de los ciudadanos europeos, orgullosos de formar parte de una mezcla de culturas y raíces, en una época en la que cada vez más surgen tensiones raciales y en la que los políticos fomentan el miedo y el odio para dividir a los ciudadanos. Durante el mes de Mayo, y cada dos años, la Zinneke Parade elogia la diversidad cultural. Esta estatua de bronce a tamaño real del perro bastardo haciéndose pis en esta esquina simboliza justamente todos estos conceptos. Alquiler de bicicletas municipales en el centro de Bruselas. Cada vez son más las áreas reservadas en el asfalto de Bruselas a las bicicletas, aunque la mayoría de los paseos en bicicleta suele realizarse por zonas verdes como los alrededores del Parque Laeken. Los habitantes de Brujas y Gante utilizan mayoritariamente la bicicleta como medio habitual de transporte. Así pues, a primera hora de la mañana, es posible ver a muchísimos padres llevando a sus hijos al cole en bici, para después continuar ellos solos hasta el trabajo, incluso en días de lluvia. La mayoría de calles cuentan con un carril bici y semáforos especiales. Las empresas que se dedican al aquiler de bicicletas están diseminadas por toda la ciudad y no resulta difícil encontrarlas. En Bruselas, la empresa Cyclocity, que ha sido desarroyada por JCDecaux y se encuentra en numerosas ciudades, tiene diseminadas 250 bicicletas en 23 puntos diferentes de la ciudad, separados entre sí a más de 400 metros. La primera media hora cuesta 0,50 euros y después se va incrementando en fracciones de 0,50 euros la hora.   En Brujas y Gante las tarifas comienzan a partir de los 5-6 euros por medio día y 9-10 euros diarios. En Brujas se pueden alquilar en la misma estación del tren: Stationsplein Telf. 05 030 2329, al igual que en Gante: Koningin Maria-Hendrikaplein Telf. 09 241 2224. Algunas empresas no se limitan simplemente al alquiler de la bici y ofrecen tours por la ciudad para descurbrirla a golpe de pedal. Uno de los problemas que suele suceder a la hora de alquilar la bicicleta es que en muchas ocasiones se solicita el pasaporte como fianza, algo a lo que tenemos que negarnos de forma tajante.
     
Place du Grand Sablon. En esta plaza en forma de triángulo se ubican elegantes construcciones arquitectónicas que datan del siglo XVI al XIX. Es uno de los lugares más selectos de la ciudad repleto de chocolaterías, salones de té, restaurantes con terrazas y tiendas de antigüedades lujosas. Al final de la plaza, donde comienza a estrecharse, hay una fuente realizada por Jacques Berge en 1751. En el número 40 está el Musée des Postes et Telecommunications, que documenta la historia del correo y la comunicaciones. Interior de la chocolatería de Pierre Marcolini. www.marcolini.be Place du Grand Sablon, 39. Telf. 02 513 1783. (De domingo a Jueves de 10:00 a 19:00 de viernes a sábados de 10:00 a 18:00). Este chocolatero belga, se ha convertido en uno de los mejores maestros del chocolate del mundo gracias a su incansable búsqueda de nuevos sabores: ácidos, amargos, dulces y enteramente exquisitos. Cuentan que el propio Pierre se desplaza cada año a lugares remotos en busca los mejores cacaos. Su precio, que ronda los 200 euros el kilo, no está al alcance de todo el mundo. Varias terrazas junto a la chocolatería Witamer en la Place du Grand Sablon. En esta plaza en forma de triángulo se ubican elegantes construcciones arquitectónicas que datan del siglo XVI al XIX. Es uno de los lugares más selectos de la ciudad repleto de chocolaterías, salones de té, restaurantes con terrazas y tiendas de antigüedades lujosas. Al final de la plaza, donde comienza a estrecharse, hay una fuente realizada por Jacques Berge en 1751. En el número 40 está el Musée des Postes et Telecommunications, que documenta la historia del correo y la comunicaciones.
     
Curso de fabricación de bombones en la chocolatería de Laurent Gerbaud Chocolatier www.chocolatsgerbaud.be 2 D rue Ravenstein1000 Bruxelles Telf 0032 (0) 2 511 16 02  0032  (Abierto de lunes a domingo de 10:30 a 19:30). Uno no puede irse de Bruselas sin probar el chocolate. Este artista chocolatero lleva más de nueve años combinando chocolate, fruta y especias para conseguir unos bombones exquisitos. Fue a raíz de un viaje a la China donde descubrió miles de aromas y comenzó a combinarlos con el chocolate. En la acualidad, Laurent Gerbaud ha escogido trabajar con una mezcla exclusiva compuesta de dos cepas de maracas nobles: el Trinitario, procedente de Madagascar y el Nacional, cultivado exclusivamente en Ecuador. Estos bombones se combinan con frutas de una gran calidad aromática: naranjas de Shangái, higos de Izmir, peras de El Cabo, albaricoques de Barrydale y jengibre de Guilin. La producción de Laurent Gerbaud es testigo de una búsqueda original y rompedora con los gustos tradicionales del arte chocolatero belga. Se conservan en cajas preciosas ornamentadas con un sello rojo que corresponde a la palabra china «chocolate». Escaparate interior de una de las chocolaterías de la Place du Grand Sablon. En esta plaza en forma de triángulo se ubican elegantes construcciones arquitectónicas que datan del siglo XVI al XIX. Es uno de los lugares más selectos de la ciudad repleto de chocolaterías, salones de té, restaurantes con terrazas y tiendas de antigüedades lujosas. Al final de la plaza, donde comienza a estrecharse, hay una fuente realizada por Jacques Berge en 1751. En el número 40 está el Musée des Postes et Telecommunications, que documenta la historia del correo y la comunicaciones. Interior de la chocolatería Godiva.  En esta tienda Godiva, que fue la primera boutique que abrió Joseph Draps en Bruselas, podemos encontrar deliciosos bombones, trufas, café, cacao, galletas, frutas y dulces bañados, licores de chocolate, además de otros productos dis-puestos en cestas de regalo.
     
Un niño vestido con el típico traje de Binche. El festival belga de Binche con sus trajes tradicionales: príncipes orientales, marineros y arlequines. Una procesión increíble a través de las calles empedradas de la ciudad al compás de los tambores y artistas con sus máscaras de cera y sus plumas de avestruz. Toda una experiencia. El festival belga de Binche con sus trajes tradicionales: príncipes orientales, marineros y arlequines recorre las calles de Bruselas. Una procesión increíble a través de las calles empedradas de la ciudad al compás de los tambores y artistas con sus máscaras de cera y sus plumas de avestruz. Toda una experiencia. Dos participantes del festival belga de Binche bebiendo cerveza con sus trajes tradicionales: príncipes orientales, marineros y arlequines que también recorren las calles de Bruselas. Una procesión increíble a través de las calles empedradas de la ciudad al compás de los tambores y artistas con sus máscaras de cera y sus plumas de avestruz. Toda una experiencia.
     
En el centro de Bruselas abundan las terrazas y los restaurantes que ofrecen gastronomía de diferentes partes del continente. A mediados de mes se celebra la Balloon’s Day Parade www.balloonsdayparade.be paralelamente con la Fête de la Bande dessinée www.fetedelabd.be (fiesta del cómic). Todos los enormes globos que participan en este desfile que atraviesa la ciudad tienen forma de héroes y personajes del cómic. Al desfile se le suma un festival de música, vídeo, 3D, láser y fuegos artificiales por la noche y un Festival de cómic www.comicsfestivalbelgium.com durante el día, en la que cada año los fans se reúnen para estudiar la obra de más de setenta artistas. También hay una feria coleccionistas y muchas actividades para los niños. Desfile de música durante la Balloon’s Day Parade www.balloonsdayparade.be paralelamente con la Fête de la Bande dessinée www.fetedelabd.be (fiesta del cómic). Todos los enormes globos que participan en este desfile que atraviesa la ciudad tienen forma de héroes y personajes del cómic. Al desfile se le suma un festival de música, vídeo, 3D, láser y fuegos artificiales por la noche y un Festival de cómic www.comicsfestivalbelgium.com durante el día, en la que cada año los fans se reúnen para estudiar la obra de más de setenta artistas. También hay una feria coleccionistas y muchas actividades para los niños.
     
En Bruselas, este amor por los cómics se puede ver en la calle. Muchas paredes de la ciudad se han cubierto con pinturas de cómics creados por los autores del país, como Hergé o Morris. Bruselas es, probablemente, una de las ciudades del mundo en la que el cómic está más reconocido. Este año, por ejemplo, se celebra una serie de actividades bajo el nombre de BD Comic Strip . Allí se encuentra, además, uno de los museos del género más importantes: el Belgian Comic Strip Center. Esa tradición por el género viene de lejos y es una historia que está parcialmente compartida con los franceses. Tintín, Spirou, Lucky Luke o Los Pitufos son algunos de los personajes más relevantes creados por autores belgas. Una pareja recién casada cruza por la zona del Edificio de la Bolsa. Palais de la Bourse. Se trata de un imponente edificio construído entre los años 1867 y 1873 por el arquitecto Léon Suys. Destacan sobretodo los bajorrelieves de la fachada realizados por el escultor Auguste Rodin con alegorías de Asia y África. La zona de Ste- Cathérine resulta muy animada, sobretodo por la noche. Gran cantidad de marisquerías dispuestas una detrás de otra se disputan a los clientes, en un barrio popular y marcadamente flamenco. Sus terrazas y salones para degustar el chocolate ralentizan el ritmo de una ciudad vibrante. Saint-Géry, situado más al sur, toma su nombre de una antigua parroquia, en este caso, la de san Gaugerico de Cambrai (ca. 550-ca. 626), que fue obispo de esa ciudad de las Flandes francesas. Antes de la importante transformación urbanística, Saint-Géry era una isla formada por el río Senne. La isla formaba un gran círculo que iba desde la antigua iglesia de las Clarisas hasta la actual bolsa, junto a otra segunda isla más pequeña cercana a la plaza Fontainas, donde el río bordeaba la iglesia de Nuestra Señora del Socorro. Bruselas es la capital de Bélgica y sede de las principales instituciones de la Unión Eu-ropea, por tal razón se la conoce como “La Capital de Europa”, aunque también es la sede política de la O.T.A.N. Situada aproximadamente en el centro del país, Bruselas cuenta con alrededor de un millón de habitantes de los que una buena parte proceden de otros países (2 millones en su área metropolitana que se extiende por las provincias limítrofes de Brabante). Oficialmente cuenta con dos idiomas, una mayoría de los habitantes tienen como lengua cotidiana el francés (90 %, de ellos, un tercio lo componen los inmigrantes), y una minoría tiene el flamenco (10%).
     
Un gran balón de Pitufo en el centro de Bruselas. A mediados de mes se celebra la Balloon’s Day Parade www.balloonsdayparade.be paralelamente con la Fête de la Bande dessinée www.fetedelabd.be (fiesta del cómic). Todos los enormes globos que participan en este desfile que atraviesa la ciudad tienen forma de héroes y personajes del cómic. Al desfile se le suma un festival de música, vídeo, 3D, láser y fuegos artificiales por la noche y un Festival de cómic www.comicsfestivalbelgium.com durante el día, en la que cada año los fans se reúnen para estudiar la obra de más de setenta artistas. También hay una feria coleccionistas y muchas actividades para los niños. Una pareja tomando una cerveza y admirando una de las muchas pintadas de comics que se encuentran repartidas por la ciudad. Una treintena de paredes de la ciudad están pintadas con viñetas de algunos de los más famosos personajes de la historia del cómic. Los Pitufos, Espirú o Lucky Luke tienen algo en común con Tintín y Astérix: son belgas. Bruselas no actúa sólo como capital de la Unión Europea, es también el centro del cómic del antiguo continente. Está tan arraigado en esta ciudad como los gofres, el chocolate o la cerveza. Durante todo el año se llevan a cabo celebraciones en las calles de Bruselas en las que la gente va vestida con diferentes trajes tradicionales. Sobretodo son importantes los carnavales de febrero.
     
Una chica con flores pasea junto a la zona de restaurantes de Ste-Cathérine y St Géry. La zona de Ste- Cathérine resulta muy animada, sobretodo por la noche. Gran cantidad de marisquerías dispuestas una detrás de otra se disputan a los clientes, en un barrio popular y marcadamente flamenco. Sus terrazas y salones para degustar el chocolate ralentizan el ritmo de una ciudad vibrante. Saint-Géry, situado más al sur, toma su nombre de una antigua parroquia, en este caso, la de san Gaugerico de Cambrai (ca. 550-ca. 626), que fue obispo de esa ciudad de las Flandes francesas. Antes de la importante transformación urbanística, Saint-Géry era una isla formada por el río Senne. La isla formaba un gran círculo que iba desde la antigua iglesia de las Clarisas hasta la actual bolsa, junto a otra segunda isla más pequeña cercana a la plaza Fontainas, donde el río bordeaba la iglesia de Nuestra Señora del Socorro. Restaurantes en la zona de Ste-Cathérine y St Géry. La zona de Ste- Cathérine resulta muy animada, sobretodo por la noche. Gran cantidad de marisquerías dispuestas una detrás de otra se disputan a los clientes, en un barrio popular y marcadamente flamenco. Sus terrazas y salones para degustar el chocolate ralentizan el ritmo de una ciudad vibrante. Saint-Géry, situado más al sur, toma su nombre de una antigua parroquia, en este caso, la de san Gaugerico de Cambrai (ca. 550-ca. 626), que fue obispo de esa ciudad de las Flandes francesas. Antes de la importante transformación urbanística, Saint-Géry era una isla formada por el río Senne. La isla formaba un gran círculo que iba desde la antigua iglesia de las Clarisas hasta la actual bolsa, junto a otra segunda isla más pequeña cercana a la plaza Fontainas, donde el río bordeaba la iglesia de Nuestra Señora del Socorro. Restaurante de tapas situado junto al famoso Mer du Nord. Todo el mundo se acerca a esta barra de acero inoxidable junto a las estufas de gas, a probar de pie su delicioso pescado frito, mariscos y otros productos del mar.
     
Una de las grandes experiencias que debes vivir al visitar Bélgica es probar sus mundialmente famosos gofres o wafles. Los encontrarás en puestos callejeros, bares, restaurantes y en cada casa. Tantas variedades como ciudades belgas haya, pero todos con una fama justificada. El gofre belga es más alto, esponjoso, liviano y sabroso que el tradicional o el conocido en Estados Unidos. De hecho la versión americana nace a partir de los belgas que emigraron y llevaron su típica receta, pero adaptada a las harinas y paladares del otro lado del Atlántico. Los wafles belgas son crujientes y dorados por fuera, y suaves, esponjosos y blancos por dentro. En realidad el conocido en el resto del mundo como “wafle belga” es en realidad el “wafle de Bruselas” que fue mal bautizado durante la Feria Mundial de Nueva York de 1964 para sintetizar, y así quedó.  Como otros países europeos, la tradición belga de los gofres se remonta a la Edad Media cuando se preparaban los “wafers“, unos panes hechos con una masa semi líquida y cocidos entre unas planchas calientes sobre el fuego. Del mismo origen pueden haber nacido los pancakes y las crêpes. El wafle de Bruselas (“Gaufre de Bruxelles” en francés) se caracteriza porque su masa lleva yemas, huevos y mantequilla derretida, por lo que el resultado es mas esponsojo que otras recetas belgas. Además, las “wafleras” de Bruselas son mas grandes y profundas por lo que estos wafles pueden ocuparte el plato entero con una mas abundante guarnición de mermeladas, frutas, helado, frutos secos y/o chocolate. Es el postre tradicional en Bruselas y no puedes perdértelo (deja la dieta para cuando vuelvas a casa). Otro de los famosos wafles belgas es el de Lieja ( “Gaufre de Liège” en francés). De masa mas densa y consistente que el anterior, un poco mas pequeño y caramelizado, suele acompañarse con azúcar glace. Es muy común encontrarlos en los puestos de comida callejeros porque son más fáciles para comer mientras caminas. Los podrás ver también al calor de los expositores en las panaderías aunque no duran mucho allí porque son un excelente compañero de las visitas a pie por las ciudades cuando hace un poco de frío, aunque pueden comerse también templados o fríos. Te costarán aproximadamente 3 euros, dependiendo del lugar y los toppings. Restaurante en los bajos de los edificios de Louve, Sac y Brouette. Grand Place. El Louve, Sac y Brouette son un conjunto de casas que no fueron reconstruídas en 1695, cuando el resto de los edificios de la Grand Place se renovaron. Debido a la conservación de sus fachadas, se les consideran los edificios más bellos de la Grand Place. Una de las terrazas de los muchos restaurantes de Bruselas. En la cocina de los belgas, amantes de la buena mesa, no faltan grandes dosis de imaginación, y constantemente se busca ese toque que marca la diferencia también en lo referente a los platos típicos tradicionales que pertenecen a la cultura de la ciudad, como las patatas fritas con mejillones, las coles o la endibia, variedad de escarola famosa en todo el mundo. Son casi un millar los restaurantes, para todos los gustos y para todos los bolsillos, que hay repartidos por los barrios de Bruselas y por lo menos 200 están recomendados por la guía Gourmet; todos proponen recetas que, respetando la tradición, invitan al descubrimiento y a la creatividad. Entre los más innovadores destaca Le Pain Quotidien, a mitad de camino entre la panadería tradicional y el local de nueva concepción en el que se puede desayunar, almorzar y disfrutar, hasta bien entrada la tarde, hasta de un chocolate caliente.
     
Una de las muchas galerías de arte del barrio de Marolles. Este barrio, al cual es fácil acceder desde el ascensor acristalado situado junto al Palacio de Justicia, ha sabido mantener los orígenes de la capital belga. Aquí todavía se habla el verdadero “marollien”, un lenguaje mezcla de palabras en neerlandés, francés y español, que solamente pueden llegar a entender en estas calles y que se remonta al siglo XIV. Algunas de estas palabras son tan curisosas que no tienen traducción literal a ninguna otra lengua. Sus calles también son famosas por la gran cantidad de tiendas de artesanía y por albergar algunos de los más importantes mercados de pulgas de la ciudad. Su gastronomía y la vida nocturna también son factores a valorar positivamente. Compra de ropa de diseño en Bruselas.  En Avenue Louise abundan las boutiques de diseño: entre en Chine si busca artículos de seda. Si quiere un diseño único de créateur, vaya a la moderna zona de Antoine Dansaert. El Sablon es el lugar perfecto para cazar antigüedades en fin de semana, mientras que en el mercadillo de la Place du Jeu de Balle encontrará baratijas todos los días a partir de las 06.00. El reino de las tiendas de lujo en Bruselas tiene un nombre: la Avenue Louise y el Boulevard de Waterloo, donde se pueden encontrar no solo los grandes estilistas internacionales y las marcas más famosas, sino también los jóvenes diseñadores belgas, que siempre merecen una visita por su gusto ecléctico y poco convencional. De hecho, recientemente se han adueñado de barrios enteros una moda joven y el mejor diseño en términos de calidad y creatividad. Asimismo, vale la pena visitar la Rue Dansaert, que es también el templo del diseño, la Rue du Bailly, la Place du Chatelain y la Place Brugmann. Otra etapa obligada para ir de compras son las Galerías Reales Saint-Hubert, uno de los pasajes cubiertos más elegantes de Europa. Los amantes de la tradición no pueden dejar de visitar la Grand Place, con sus productos tradicionales típicos: los bombones, los encajes y el cristal.
     
Centre Belge de la Bande Dessinée.  www.cbbd.be Rue des Sables, 20 <M> Botanique Kruidtuin. (De martes a domingo de 10:00 a 18:00 / adultos: 7,5 euros / jubilados, carnet joven y entre 12-18 años: 6 euros / menores de 12 años: 3 euros). Tel. 02 219 1980. El centro Belga del Cómic, abreviado coloquialmente como CBBD, está ubicado en un magnífico edificio de estilo art nouveau diseñado por Víctor Horta entre 1903 y 1906, de 4.000 metros cuadrados repartidos en tres pisos, en los que rinde homenaje al mundo del cómic en todos sus estados: tableros de dibujo, fotografías, reproducciones a tamaño real, dibujos animados, películas, esbozos, maquetas, libros, además de 6.000 láminas originales. Evidentemente, Tin Tin es uno de los grandes protagonistas de este museo, haciendo un recorrido de sus portadas, desde su debut el 10 de enero de 1929 en la revista “Le Petit XXe”, pasando por el cambio del blanco y negro al color y la incorporación del capitán Haddock, Hernández y Fernández y el profesor Tornasol, hasta el declive de su creador, Georges Remi, evidenciado en “Tintín en el Tibet” en 1958. No es el único personaje de historieta que se puede ver en el museo, ya que también están presentes Los Pitufos, Lucky Luke, Spirou y muchos otros más. Siete exposiciones permanentes y varias temporales, además de varias actividades realizadas regularmente conforman el programa de este museo que hará las delicias de cualquier niño, y más de algún adulto. También cuenta con una biblioteca y una librería especializada en todo lo que rodea al mundo del cómic. Interior del Centre Belge de la Bande Dessinée, ubicado en un magnífico edificio de estilo art nouveau diseñado por Victor Horta entre 1903 y 1906, de 4.000 metros cuadrados repartidos en tres pisos, en los que rinde homenaje al mundo del cómic en todos sus estados: tableros de dibujo, fotografías, reproducciones a tamaño real, dibujos animados, películas, esbozos, maquetas, libros, además de 6.000 láminas originales. Evidentemente, Tin Tin es uno de los grandes protagonistas de este museo, haciendo un recorrido de sus portadas, desde su debut el 10 de enero de 1929 en la revista “Le Petit XXe”, pasando por el cambio del blanco y negro al color y la incorporación del capitan Haddock, Hernández y Fernández y el profesor Tornasol, hasta el declive de su creador, Georges Remi, evidenciado en “Tintín en el Tibet” en 1958. No es el único personaje de historieta que se puede ver en el museo, ya que también están presentes Los Pitufos, Lucky Luke, Spirou y muchos otros más. Siete exposiciones permanentes y varias temporales, además de varias actividades realizadas regularmente conforman el programa de este museo que hará las delicias de cualquier niño, y más de algún adulto. También cuenta con una biblioteca y una librería especializada en todo lo que rodea al mundo del cómic. La “ruta de la BD” puede ser una simple excusa para conocer Bruselas, aunque habrá quien la considere una verdadera peregrinación, ya que incluye veinte murales gigantes de famosos personajes de las tiras cómicas locales, así como una serie de librerías especializadas que son una mina de oro tanto para coleccionistas de libros y revistas clásicas de BD, como para quienes buscan simplemente las historietas políticas y sociales de vanguardia que caricaturizan a personajes como Nicolás Sarkozy y George Bush, y retoman asuntos sensibles como el cambio climático, el calentamiento global, el racismo y el terrorismo. La ruta de los cómics es tan divertida para los adultos como para los niños; todos siempre se quedan con algo. Se puede hacer por cuenta propia —una gran manera de descubrir las calles y zonas ocultas de Bruselas— o en un recorrido de los que organiza el Centro de Historietas. Sea como sea, algunos murales tienen que ser vistos a como dé lugar: uno es el que representa un atraco bancario de Lucky Luke (calle de la Buanderie); otro el de Cubitus (Rue de Flandre), un travieso perro blanco que quita la estatua del famoso Manneken Pis de su pedestal y posa él mismo orinando.   Por el mercado de Jeu de Balle, en la Rue des Capucins, hay un mural de dos personajes poco conocidos de Hergé, Quick y Flupke, y un segundo que representa dos héroes políticamente incorrectos de 1930, Blondin y Cirage, uno de los cuales es un negro caricaturizado. Y para los que quieran comprar, si bien es cierto que “la Cueva de Aladino” del Centro de Historietas parece vender cualquier ejemplar imaginable del género, hay una serie de librerías especializadas esparcidas por toda la ciudad. La que no hay que perderse es la colorida Brüsel, que es mitad librería y mitad galería de historietas originales, y organiza eventos semanales con autores de BD de todo el mundo, incluyendo a Tony Sandoval de México. Muy cerca están dos excelentes tiendas de segunda mano, Little Nemo, llamada así en honor al primer dibujo animado, de Winsor McCay, y Le Dépot, punto de encuentro de coleccionistas que compran y venden sus BDs desde hace más de 50 años. Y quienes quieran llevarse algún recuerdo de la obra de Hergé, podrán encontrar todo lo imaginable en la Boutique de Tintín.
     
El Atomium, con sus 102 metros de altura y 2400 toneladas de peso, representa la estructura de un átomo de hierro aumentado 165 millones de veces. Sus esferas fueron construidas por André Waterkeyn en acero y aluminio para la Exposición Internacional de 1958, y está formada por nueve esferas de 18 metros de diámetro cada una, comunicadas entre sí por escaleras mecánicas. En principio se habló de desmontarla una vez concluida la exposición, pero rápidamente se convirtió en una atracción turística que todavía perdura en la actualidad, y que se ha convertido incluso en un icono de la ciudad. En marzo del 2004 se llevó a cabo un proceso de rehabilitación que duró hasta febrero del 2006, incluyendo un ascensor que sube hasta la cima a una velocidad de 5 m/s. Cuenta con un espacio interior para albergar exposiciones y un restaurante. Plaza ubicada junto a la Église St-Jean Baptiste-au-Béguinage. La zona de Ste- Cathérine resulta muy animada, sobretodo por la noche. Gran cantidad de marisquerías dispuestas una detrás de otra se disputan a los clientes, en un barrio popular y marcadamente flamenco. Sus terrazas y salones para degustar el chocolate ralentizan el ritmo de una ciudad vibrante. Saint-Géry, situado más al sur, toma su nombre de una antigua parroquia, en este caso, la de san Gaugerico de Cambrai (ca. 550-ca. 626), que fue obispo de esa ciudad de las Flandes francesas. Antes de la importante transformación urbanística, Saint-Géry era una isla formada por el río Senne. La isla formaba un gran círculo que iba desde la antigua iglesia de las Clarisas hasta la actual bolsa, junto a otra segunda isla más pequeña cercana a la plaza Fontainas, donde el río bordeaba la iglesia de Nuestra Señora del Socorro. Théâtre Royal de la Monnaie/Koninklijke Muntschouwburg. www.lamonnaie.be  Place de la Monnaie, 20 <M> De Brouckère. (Sobre los 20 euros). Tel. 02 229 1200.  Este teatro que acoge a la Ópera Nacional de Bélgica, fue alzado en 1817 por el arquitecto Joseph Poelaert sobre las cenizas del Hôtel des Monnaies que había sufrido un incendio años antes.  Se construyó bajo una mezcla de estilos neo-barroco, neo-rococó y neo renacentista. El auditorio estaba iluminado por la enorme araña de cristal que aún hoy cuelga en el centro del techo abovedado. Está hecha de bronce dorado y cristales de Venecia. En 1985 se restauró casi completamente, conservando la lujosa decoración estilo Luis XIV e inagurándose al año siguiente con una actuación de la Sinfornia nº 9 de Beethoven.
     
Rue des Bouchers. <M> De Brouckère. Esta calle en la Edad Media estaba habitada por comerciantes carniceros en su mayoría, de ahí que hoy en día se conserve su nombre (la calle de los carniceros). Todavía existen bellos recuerdos de antaño, como unas 12 mansiones que datan del siglo XVII y XVIII. Durante la Belle Époque, la calle estaba llena de numerosas pequeñas salas de música, como el famoso club de jazz La Rose Noire, donde la famosa cantante belga Jacques Brel, recibió el reconocimiento en la década de 1950. Por desgracia, el club tuvo que cerrar sus puertas y hoy es ocupado por el restaurante Les Armes de Bruxelles. Los carniceros se han ido marchando, y hoy en día esta calle peatonal la conforman multitud de bares y restaurantes con precios muy competitivos que ofrecen buen marisco, además de los famosos moules-frites (mejillones al vapor con sofrito acompañados de patatas fritas y mayonesa). El pequeño país de Bélgica cuya extensión es más pequeña que la de Cataluña y con una población aproximada de 11 millones cuenta con  118 restaurantes con estrella Michelin, 3 de tres estrellas, 16 de dos y 99 con una, según la última guía Michelin 2012 Bélgica- Luxemburgo. Tanto es así que en términos de datos de estrella por habitante, la ciudad de Brujas se encuentra en sexto lugar, según el Huffington Post que calculó cuáles son las 20 principales capitales gastronómicas en base a las estrellas Michelin, aplicando una fórmula: calcular el número de estrellas por cada cien mil habitantes que hay en cada ciudad. El Brusselicious no es la única excusa para visitar Bruselas y alegrar nuestro estómago. Aunque las comidas más populares de la región siguen siendo los mejillones, las patatas fritas y los gofres, nunca está de más conocer algunos de los rincones donde disfrutar de la mejor cocina y además, descubrir curiosidades como que Víctor Hugo escribió aquí Los miserables. O que Marx y Engels estuvieron viviendo tres años junto a la Grand Place, en un edificio que reconoceréis por el cisne. Podemos empezar con las recetas belgas de la Taverne du Passage (Galerie de la Reine, 30), como las croquetas de crevettes, unas gambitas muy gustosas. Otra parada que no debe faltar es la tienda Dandoy (Rue au Beurre), que lleva haciendo speculoos (galleta de gusto dulce y característico) desde 1829. También prepara otros dulces como bernardins, bizcochos y feuilles de palmier. Si lo que buscamos son cervezas, hay dos sitios a visitar: la tienda De Bier Tempel (Rue du Marché aux Herbes, 56) y Moeder Lambic (Place Fontainas, 8), una cervecería donde se toma la mejor cerveza. Si quieres algo típico, puedes pedir una Zinnebir, que es la cerveza de Bruselas, de amargura floja y sabor interesante. Para tomar algo, algunos de los secretos mejor guardados de los belgas se esconden en la calle Rue Sainte-Catherine, donde se encuentran locales como el Amadeo (en el nº 28), un bar flamenco clásico y muy auténtico. Muy cerca queda Noordzee (en el nº 45), una pescadería que empezó preparando tapas y que hoy en día es un referente para comer ostras y marisco fresco a muy buen precio. Otra institución culinaria es el bar Kapiteintje (Sainte-Catherine, 30), cuya cerveza y mejillones con patatas fritas son un clásico. Otro punto con mucha historia es la taverna Le Cirio (Rue de la Bourse 18), con una decoración entre barroca y art nouveau, donde se inventó la bebida Half and Half, mitad vino seco y mitad espumante. Para chocolates, nada como Galler, Wittamer o Marcolini. Aunque, si lo que queremos es ver con detalle cómo se trabaja, mejor ir a Laurent Gerbaud (Ravenstein, 2D), cuyo lema es no añadir azúcar, manteca, conservantes, ni lecitina de soja a sus insuperables materias primas. Las trufas con speculoos y los bombones apurinac son algunas de sus mejores especialidades. Organiza degustaciones y talleres que consisten en temperar el chocolate y hacer chips, que podemos llevarnos, un poco de historia y degustacion. Reservar con una semana de antelación. Cafeterias en las Galeries St-Hubert. Rue des Bouchers. <M> Gare Centrale. Inaugurada por el rey Leopoldo I de Bélgica en 1847, fue una de las primeras galerías comerciales cubiertas de Europa, y el primer edificio en Bruselas que albergó un techo de vidrio y metal. Fue realizada por Jean-Pierre Cluysenaar en estilo neorrenacentista y en su interior cohabitan desde hace más de siglo y medio una buena selección de las mejores tiendas de la ciudad recargadas de lujo y decoradas con gran esmero. Consta de dos partes principales: la Galerie du Roi y la Quenn’s Gallery, más una tercera pequeña sección llamada Galerie du Prince.
     
Teatro efímero MAGIC MIRRORS en la PLACE SAINT CATHERINE. Bruselas. Institut Royal des Sciences Naturelles. www.sciencesnaturelles.be Rue Wiertz, 43. (De martes a viernes de 09:30 a 17:00 / sábados y domingos de 10:00 a 18:00 / adultos: 7 euros / estudiantes: 6 euros / menores de 18 años: 4,5 euros / menores de 6 años: gratis). <M> Maelbeek. Tel. 02 627 4234. El museo es famoso por su colección de esqueletos de dinosaurios, la más grande de Europa y una de las más importantes del mundo. Estos esqueletos de Iguanodon fueron encontrados en el año 1878 en una mina de carbón de Bernissart, al sur de Bélgica. En la zona destinada a la evolución, se exponen más de 600 fósiles y 400 animales para mostrar los cambios que han ido sufriendo todas las criaturas con el paso del tiempo para adaptarse a la vida. También se pueden ver expuestos todo tipo de animales de los que podemos encontrar hoy en día, como osos, lagartos, zorros o elefantes, todos ellos disecados y también se exponen algunos animales que se extinguieron hace ya miles de años. Instituto Real de Ciencias Naturales de Bruselas El Instituto Real de las Ciencias Naturales (Institut Royal des Sciences Naturelles) es un museo que pretende ayudar a sus visitantes a que descubran la naturaleza y la historia de la evolución. Se encuentra situado muy cerca del Parlamento Europeo. El museo es famoso por su colección de esqueletos de dinosaurios, la más grande de Europa y una de las más importantes del mundo. Estos esqueletos de Iguanodon fueron encontrados en el año 1878 en una mina de carbón de Bernissart, al sur de Bélgica. En la zona destinada a la evolución, se exponen más de 600 fósiles y 400 animales para mostrar los cambios que han ido sufriendo todas las criaturas con el paso de los años para adaptarse a la vida. En el museo se pueden ver expuestos todo tipo de animales de los que podemos encontrar hoy en día, como osos, lagartos, zorros o elefantes, todos ellos disecados y también se exponen algunos animales que se extinguieron hace ya miles de años. La colección de esqueletos de dinosaurios es realmente sorprendente, si estáis interesados en estos animales prehistóricos, puede ser una buena oportunidad de conocerlos. Si no sois amantes de los dinosaurios, es mejor mantenerse alejados de este museo. Aunque se exponen muchos animales creemos que, si viajáis con niños, puede ser mejor idea ir al zoo para ver animales que no estén disecados.
     
Si hay un producto conocido de Bélgica ese es su chocolate. Por toda Bruselas y, en especial en las calles más turísticas, hay repartidas cientos de tiendas de chocolate. Las marcas de chocolate más famosas son Godiva (la más cara de las conocidas), Galler, Neuhaus y Leonidas (con un aire más de "andar por casa"). Además de éstas grandes marcas encontraréis artesanos por toda la ciudad. Wittamer es una conocida tienda de chocolate de Bruselas. Entre sus productos están los pasteles, mousses, dulces y chocolates. También tiene una amplia carta de tés y cafés. La tienda abre entre las 7-19h a excepción del lunes que abre de 9-18h y el domingo Chocolatería Grand Place, en la misma plaza Grand Place. El chocolate es en Bélgica una seña de identidad. Las primeras fábricas y talleres aparecieron poco tiempo después de que los españoles trajeran semillas de cacao desde el Nuevo Mundo. En aquel tiempo, el chocolate era una bebida amarga sólo accesible a las clases más pudientes. Con el tiempo, los belgas fueron desarrollando diversas formas y sabores hasta el punto que los comerciantes de este país centroeuropeo utilizaban el chocolate para agasajar a sus clientes durante las negociaciones comerciales. Los belgas son los inventores del praliné que en Bélgica se consume con almendras garrapiñadas. En la capital son muchas las tiendas que ofrecen el producto nacional por excelencia. En Bélgica los bombones se comercializan en diversos formatos y en cajas siempre presentadas de una manera muy elegante y delicada pues el chocolate se considera en el país una obra de artesanía. En Brujas se puede visitar el Museo del Chocolate, uno de los más importantes del mundo en su especialidad. En las prestigiosas galerías St. Huberts existen numerosas tiendas de chocolate en cualquier de sus tres espacios: las galerías del Rey, de la Reina o del Príncipe pero también hay grandes tiendas a lo largo de la ciudad y cerca de la Grand Place, el centro neurálgico de Bruselas. Para los amantes al chocolate decir que el chocolate belga es negro, no lleva leche y su sabor es pleno y armonioso. Se puede adquirir de muchas formas, las más comunes en forma de bombón, tableta o figuritas. Punto y aparte es la chocolatería Pierre Marcolini, la mejor muestra del buen hacer belga en el arte de la repostería internacional. Un placer para el paladar, para los amantes a la búsqueda de la perfección en el gusto y la estética. En Marcolini no sólo ofrecen chocolates, hay una gran variedad de galletas, sorbetes o helados. La característica principal de Marcolini es que trabaja con un cacao seleccionado personalmente por sus especialistas buscando además el maridaje con los mejores ingredientes. Sus chocolates estrellas son la Trufa con champagne, el Trianon Fondant o el Envol, que ha recibido en varias ocasiones los mejores galardones internacionales. No deben olvidarse también los Macaroons (conocidos como mostachones) que en Bélgica son una tradición pero en Marcolini se convierten en arte. Otro de los dulces típicos belgas son los gofres. Hay tres variedades de gofres belgas: el gofre blando, que se come frío, el gofre de Bruselas que se come caliente y el gofre de Lieja, ciudad en la que se elaboró por primera vez este dulce. Cuenta la leyenda que lo inventó en el siglo XVIII uno de los cocineros del príncipe de Lieja. Los waffels, nombre con el que se conocen a los gofres en el país, los puedes encontrar en muchas tiendas y puestos de la ciudad. El de Bruselas es más grueso y ligero, te los sirven acompañados con nata, chocolate, vainilla, frutas (generalmente plátano y fresas) o con bolas de helado, eso ya va a gusto del consumidor. Mi preferido es el de chocolate con plátano y fresas; está delicioso.  En las inmediaciones del Manneken Pis están los mejores locales para comer gofres (por su relación calidad/precio). Recomiendo el que se encuentra al lado del niño meón, es fácil encontrarlo porque cerca del local hay el típico armatoste por cuyo agujero superior puedes meter la cabeza y hacerte la foto con el cuerpo del niño meón.
     
Kwint es un restaurante exclusivo con toque moderno, gracias a su enfoque poco convencional y en particular al diseño de interiores. Studio Arne Quinze ha completado recientemente la remodelación del restaurante Kwint exclusivo en el centro de conferencias de Bruselas. Su diseño cuenta con un bar de diseño, paleta de colores cálidos y neutros que añadir un nuevo elemento de la actividad y el drama a un interior por lo demás bastante simple pero mágico. En Kwint, los clientes pueden disfrutar de una cena suntuosa orquestado por un equipo de profesionales, con ingredientes excepcionales, como el caviar, trufa, salmón y cangrejo rey de La Maison Kaspia, una marca de renombre, originalmente de Rusia y se estableció en París desde 1927. Si estás en la ciudad y en busca de algo, sin duda, de (más allá de) lo corriente, la visita a Kwint es esencial. En Bélgica han comenzado a proliferar las vinacotecas que ofrecen la posibilidad de desgustar los mejores vinos y champagnes, tanto nacionales como de importación. Champagne Experience. En la zona de Marolles hay gran cantidad de bares en los que tomarse una cerveza mientras se escucha música en directo como por ejemplo en la Brasserie de la clef d’or. Place du Jeu de Balle <M> Porte de Hal.  (De martes a domingo de 05:00 a 17:00). Telf. 02 511 9762. Esta cervecería, situada junto al mercado de pulgas, es un buen lugar para hacer un alto en el camino y escuchar música en directo de acordeón, mientras se saborea una croque-monsieur de jamón asado y queso.
     
Para desayunar por Bruselas abundan las cadenas de cafeterías, esas tan bien puestas que casi parecen de toda la vida. Tenéis el Paul, con un buen café y mejor croissant, aunque lo mejor el pan de los bocadillos (desde 3.75€). En el Boulevard Anspach con la Rue de L’Eveque Bisschops, tenéis un Paul bien céntrico. La otra alternativa es Le Pan Quotidian. En la Rue Antoine Dansaert encontraréis uno, decorado como vuestra cocina soñada, con una única mesa de madera alargada de la que no os querréis levantar. Para tomar una cerveza en una terraza animada, a cualquier hora podéis ir al Fontaines en el Jardin des Olives, justo en la Marche au Charbon. Desde 1.90€ la cerveza de barril o desde 2.60€ la embotellada. Por si está lleno al ladito tenéis el Bar Llanes o Au Soleil, los dos también con ambiente y terrazas agradables. Otra zona con buen ambiente es la plaza de Santa Catalina, con varios bares con terrazas debajo de unos grandes pinos. La cerveza está igual de fría en todos ellos pero nuestro preferido es el Onthaal por sus originales hamacas. Además, en esta misma plaza encontraréis una especie de barra-marisquería o “bar a tapas” como le llaman ellos llevado por españoles. Pedid los “duos” por 13 o 15€ (tapas combinando dos de gambas, pulpo o calamares) o el “triple” con las tres opciones (21€). Os chuparéis los dedos!! Pero cuidado que sólo abren para comer y cierran los domingos. En Bruselas podrás descubrir las nuevas tendencias de la moda europea, desde las tiendas de alta costura de los grandes diseñadores internacionales (Versace, Chanel, Armani, Gucci) del Blvd. Waterloo o la Av. Louise, hasta las producciones de jóvenes estilistas emergentes de Amberes (Dirk Bikkembergs, Ann Demeulemeester, Walter Van Beirendonck, Dries Van Noten, Dirk Van Saene y Marina Yee) en la Rue Antoine Dansaert. Rue Neuve. <M> Rogier. Se trata de la calle comercial por excelencia del centro de Bruselas. Atraviesa desde la Place Rogier hasta la Place de la Monnaie. Sus tiendas no son boutiques selectas, sino que están destinadas al gran público. Entre ellas encontramos Zara, H&M, Benetton, Fnac, Swarovski, entre otras muchas, además del centro comercial City 2 y las Galerías Inno, cuyo edificio fue diseñado en un principio por Víctor Horta, aunque se reconstruyó posteriormente en 1967, después de un aparatoso incendio en el que murieron 300 personas.
     
Los mejillones con patatas fritas es uno de los platos típicos de la ciudad y de gran parte del país. La mayoría de los mejillones son importados de Holanda, de la región de Zelanda. Cuestan casi el doble que los mejillones gallegos y son la mitad de pequeños. Se consumen cerca de 70 millones de kilos al año. El mejillón holandés es más pequeño e insípido, por eso lo acompañan con un montón de salsas, para que sepan a algo. En Zelanda producen un mejillón de fondo; pequeño, negro y sin raíz, extraído con un rastro, igual que las almejas o los berberechos. Junto con Galicia e Italia, Holanda, sin ser una potencia pesquera, es uno de los grandes productores de mejillón en Europa, la mayor del norte europeo. Los mejillones holandeses copan el 95% del mercado belga, destinatario de la mitad del total de las exportaciones holandesas de este bivalvo. Aunque desde hace unos años el mejillón gallego se ha introducido por primera vez, y con éxito, en los restaurantes de Bruselas. La ventaja del mejillón gallego es que su producción no es estacional, como ocurre con los holandeses, también es más grande y tiene más sabor. Un kilo de mejillones es la ración normal que los restaurantes suelen servir en una cacerola con una tapa que sirve para depositar las conchas. Las tiendas de las grandes cadenas de moda dominan la Rue Neuve, aunque Rue de Midi y la Grand Place ofrecen tiendas más interesantes. Destacan las Galéries St Hubert y sus tiendas de diseño.  El souvenir clásico de Bruselas es el chocolate. Se pueden comprar frescos y cremosos pralinés en Wittamer, Place du Grand-Sablon, un lugar que lleva un siglo perfeccionando las recetas. Otros nombres a tener en cuenta son el magnífico Neuhaus, Grand-Place 27 y Galerie de la Reine 25-27, y Godiva, que también se encuentra en la Grand-Place. La conocida cadena Léonidas, Anspach 46, vende chocolate a un precio inferior. Las galletas belgas son un regalo tentador que nunca falla. Dandoy, Rue au Beurre 31, confecciona unos mostachones que se derriten en la boca, así como una especialidad belga llamada speculoos que consiste en una crujiente galleta de jengibre. Un buen sitio para comprar cerveza es Bière Artisanale, Chaussée de Wavre 174 (tel: (02) 512 1788; página web: www.users.skynet.be/beermania), que dispone de más de 400 tipos de cerveza y vasos a juego.  Las tiendas de moda de diseño se concentran en las elegantes Avenue Louise y Avenue de la Toison d'Or. Algunas tiendas clave en la Avenue Louise son el buque insignia del diseño belga, Shine's, situada en 82-84 Avenue Louise (un lugar fantástico para comprar vaporosos vestidos de seda y creaciones de inspiración oriental) y Caroline Biss, 21 Avenue Louise, que vende una ropa de calle más práctica. En la elegante Rue Antoine Dansaert se encuentran las boutiques de nombres consolidados y pujantes del diseño belga como Oliver Strelli, Ann Demeulemeester, Dries Van Noten y Carine Lauwers. La innovadora Stijl ofrece una vanguardista ropa de diseño creada por Xavier Delcour y Olvier Theyskens en el número 74, ropa interior en el número 47 y ropa de niños en Kat en Muis, en el número 32. Una tienda interesante para comprar zapatos es Nouchka, en la Avenue de la Toison d'Or. Edificios de oficinas que rodean la estación norte de Bruselas. La estación de Bruselas Norte, es una de las tres principales estaciones de ferrocarril de Bruselas (las otras dos son la de Bruselas Central y la de Bruselas Sur). Cada tren regular nacional e internacional hace su parada al pasar por esta estación. Bruselas Norte también es el punto final del tranvía subterráneo del eje norte-sur y un nudo importante de líneas de Lijnbus (autobuses de línea en Belgica). Más de 30 líneas de autobuses regionales parten desde aquí, al igual que los servicios internacionales de autocares Eurolines. La estación dispone de 200.000 pasajeros por semana, principalmente viajeros que cogen otros trenes. Al igual que las otras estaciones más grandes de Bruselas, Bruselas-Norte se caracteriza por el pobre mantenimiento y por su diseño pasado de moda. Mientras tanto, hay planes para renovar el edificio, las vías y pasos subterráneos para peatones. Estas obras a largo plazo comenzaran despues de la renovación de la estación de Bruselas-Central. La estación está situada en el municipio de Schaerbeek, en Bruselas, en el centro del distrito de negocios del norte, con varias sedes de empresas importantes, tales como las torres Belgacom, la Torre Dexia y otras oficinas y ministerios gubernamentales.
     
Entrada al Musées Royaux des Beaux-Arts. www.fine-arts-museum.be Rue de al Régence, 3. (De martes a domingo de 10:00 a 17:00 / entrada: 8 euros / estudiantes: 5 euros / combinada con el Musée Magritte: 13 euros). <M> Gare Centrale. Tel. 02 508 3211. El Museo Real de Bellas Artes está dividido en dos inmensos museos independientes bajo el mismo techo. Por una parte se encuentra el Musée d’Art Moderne que alberga La tentación de Dalí y varias obras de los pintores surrealistas belgas como Paul Delvaux o Rik Wouters, entre otros muchos. Consta de ocho niveles subterráneos en los cuales se pueden admirar la colección permanente del museo y tres plantas superiores que se dedican a exposiciones temporales. Para muchos críticos de arte las mejores obras son: La raya, de Ensor;  Pygmalion, de Paul Delvaux; y la Mujer drapeada sobre la escalera, de Henry Moore. Los archivos del Museo de ArteModerno cuentan con 60.000 documentos y 300.000 artículos de prensa, con una biblioteca de 100.000 volúmenes y una fototeca de 20.000 dossiers. El Musée d’Art Ancien alberga un amplia colección de pinturas, esculturas y dibujos del siglo XV al XVIII. Un parte importante de la colección se compone de obras de arte confiscadas durante el periodo revolucionario y obras de arte depositadas por el Estado francés, además de numerosas donaciones y legados de algunos mecenas privados. Las obras están colocadas en orden cronológico, y comenzando por los artistas flamencos primitivos como Rogier van der Weyder, Petrus, Christus, Dirk Bouts y Hans Memling entre otros. Una sala entera está dedicada a Pieter Brueghel el Viejo. También son importantes los retablos y bocetos de Rubens, donde destaca la Asunción de la Virgen, además de Anthony Van Dyck y Jacob Jordaens entre otros. Una de las salas interiores del  Musée Royaux des Beaux-Arts. Musées royaux des Beaux-Arts de Belgique o Museo real de las Bellas Artes de Bélgica es uno de los museos más famosos de Bruselas y el país. Está ubicado en el área de Coudenberg cerca al centro de la ciudad. Está escoltado por el Museo de Instrumentos, el Palacio de Justicia, entre otros. El museo real posee más de 20,000 pinturas, esculturas y dibujos. Varios datan de hasta el siglo XV. Existe una gran colección de pinturas flamencas. Las obras de los pintores Rogier van der Weyden, Brueghel, Jacob Jordaens y Jacques-Lous David están presentes en el museo. Pinturas famosas como “La muerte de Marat”, o “La caída de Ícaro” se encuentran en el museo. Además hay una sala dedicada en su totalidad a Peter Paul Rubens, con más de 20 cuadros de este artista barroco. Escultura “La Tour de Babel” atribuida a Frans Francken II (Anvers 1581-1642) expuesta en el Musée Royaux des Beaux-Arts. Este recinto, uno de los museos más importantes y visitados del país, contiene importantes muestras de arte clásico y moderno. En total, alberga unas 20.000 piezas, la mayor parte de ellas pinturas, pero también esculturas y dibujos que datan desde el siglo XIV hasta la época contemporánea. En su interior destaca su amplia muestra de pintura flamenca, destacando también la llamada “Sala Rubens”, que contiene una veintena de obras del famoso pintor.
     
Uno de los tubos interiores del Atomium de Bruselas. El Atomium significa para Bruselas lo mismo que la Torre Eiffel para París. Son símbolos que, creados para sorprender al mundo durante la exposición universal de cada ciudad y criticados en un primer momento, se han convertido en el mayor atractivo turístico de cada capital. En el interior de las esferas hay exposiciones de carácter tanto permanente como temporal. Entre las exposiciones permanentes merece la pena destacar la que se refiere a la propia Exposición de 1958, en la que se incluyen todo tipo de documentos gráficos y multimedia. En la esfera superior hay un restaurante. Azafata en el interior del Atomium. DENTRO DE LAS ESFERAS Y TUBOS. El espacio interior del Atomium pasa continuamente a través de las esferas y tubos. El diseño gira alrededor de las ideas de vaciado, apertura, percepción y experimentación. El Atomium tomará a visitantes sobre un viaje por sus esferas, dándoles una completamente nueva experiencia estética. Una visita al Atomium comienza en la esfera inferior, con una exposición dedicada completamente a la Expo 58 y los detalles de como la estructura fue construida. Después van las esferas para exposiciones temporales - incluyendo el material gráfico, fotografías e imagenes de películas. Después de esto, los visitantes se dirigen a la esfera central. Mientras esperan ser subidos, ellos pueden apagar su sed en sus dos bares. En la esfera superior, el público puede probar el menú de restaurante y disfrutar del panorama espléndido, creado por las nuevas ventanas. Bajando, la ruta de los visitantes sigue hasta la esfera de niños. Esto será la entrada a un mundo de ensueño, con un dormitorio de noche para alumnos visitantes, completamente amueblados con moléculas de agua. Seis de las nueve esferas de Atomium son accesibles, ofreciendo un viaje de descubrimiento y una gama diversa de perspectivas. Brussels Info Place. www.biponline.be Rue Royale, 2-4. (Todos los días de 09:00 a 18:00 / gratuíto). <M> Parc. Tel. 02 563 6200.  A través de varios proyectos multidisciplinares como la fotografía, el video y varias performances se intenta explicar de una forma amena y divertida como es Bruselas, y las personas que lo habitan. También hace las veces de oficina de turismo y se pueden incluso adquirir entradas para conciertos y espectáculos. Algunos espectáculos para la misma noche pueden salir a mitad de precio.
     
Église St-Jean Baptiste-au-Béguinage. Place du Béguinage. <M> Ste-Catherine. (De martes a sábado de 10:00 a 17:00 y domingos de 10:00 a 20:00). Telf. 02 217 8742. Para muchos es una de las iglesias belgas más bellas y fue construida en 1676  por Lucas Fard´herbe, un escultor flamenco discípulo de Rubens, que también participó en la creación de la Grand Place. De estilo barroco tardío, su fachada representa las tendencias arquitectónicas de todo el siglo XVII, sobretodo en sus torres y en la decoración de sus muros. El altar es de estilo Luis XVI y el medallón central representa a la Sagrada Familia. El púlpito, de 1757, está dedicado a Santo Domingo, el fundador de los dominicos. La iglesia sufrió un incendio en la década pasada y fue restaurada en el año 2000. Ascensor panorámico de Marolles. Place Poelaert. (Todos los días de 07:00 a 23:00 / gratuíto). <M> Louise. Para salvar el desnivel que separa Marolles de la zona del Palacio de Justicia se creó este ascensor acristalado que, además, ofrece unas vistas inmejorables de todo el barrio. Palais de Charles de Lorraine. Place du Musée, 1. (Horario según eventos realizados por la Bibliothèque royale de Belgique). <M> Gare Centrale. Tel. 02 519 5595.  Bajo una fachada neoclásica, se ubica el Palacio de Carlos de Lonerna, que fuera gobernador de la ciudad entre 1744 y 1780. Actualmente el palacio lo gestiona la Biblioteca Real de Bélgica que organiza visitas guiadas y conciertos.
     
Cathédrale des Sts Michael et Ste Gudule. www.cathedralestmichel.be Place Sainte Gudule. (De lunes a viernes de 07:00 a 18:00 / sábados y domingos de 08:30 a 18:00 / adultos: 1 euro restos romanos y tesoro y 2,5 euros museo y cripta / gratis niños). <M> Gare Centrale. Tel. 02 217 8345.  La construcción de la Catedral, que primero fue Cole-giata de San Miguel y Santa Gudula, comenzó en los primeros años del siglo XIII impulsada por Enrique I, duque de Brabante. Cerca de 300 años fueron necesarios para llevar a cabo esta gigantesca empresa, terminada unos años antes del reinado de Carlos Quinto, por lo que se utilizaron diferentes estilos para su construcción, desde el románico hasta el renacentista. La restauración de la nave y del coro, que duró de 1983 a 1989, devolvió a las piedras, las bóvedas y vidrieras su esplendor de antaño. Permitió al mismo tiempo sacar a luz importantes y notablemente bien conservados vestigios de la iglesia románica del siglo XI, sobre los que se alza el edificio gótico actual. Las dos torres gemelas que sobresalen de la fachada principal son visibles desde gran parte de la ciudad. Barrio Real. En el Barrio Real alberga la mayoría de edificios administrativos, religiosos y artísticos de la ciudad, como por ejemplo el Palacio Real, el Museo de Arte Moderno y el de Bellas Artes y los parlamentos nacionales y flamencos entre otros. También se conoce a esta parte como la Ciudad Alta, debido al desnivel que ésta mantiene con Marolles, más allá del Palacio de Justicia. La jet set de Bruselas se pasea por estas calles emperifollada de joyas y con suntuosos abrigos de piel contorneándose entre salones de té, chocolaterías y lujosas tiendas de artesanía. En este barrio también se ubican la catedral, inmensa, erigida bajo el nombre de Santa Gúdula y San Miguel (siglos XII al XV) y la hermosa Église St Jacques sur Coudenberg. Place de Brouckère. <M> De Brouckère. Es una de las plazas más prestigiosas de la ciudad, y fue nombrada como tal para honrar a Charles de Broukère, que fuera alcalde de la ciudad y profesor en la Universidad Libre de Bruselas. En las inmediaciones se encuentran varios edificios del siglo XIX de estética afrancesada, el Hôtel Métropole nombrado anteriormente, el Hôtel Continental diseñado en 1874 por Eugène Carpentier y un par de edificios acristalados de estilo contemporáneo añadidos en la década de 1960.
     
Fuente realizada por Jacques Berge en 1751 en la Place du Grand Sablon. En el número 40 está el Musée des Postes et Telecommunications, que documenta la historia del correo y la comunicaciones. En esta plaza en forma de triángulo se ubican elegantes construcciones arquitectónicas que datan del siglo XVI al XIX. Es uno de los lugares más selectos de la ciudad repleto de chocolaterías, salones de té, restaurantes con terrazas y tiendas de antigüedades lujosas. Símbolo de la revolución belga de 1830. La Plaza de los Mártires (Place des Martyrs) es una gran desconocida para los turistas que visitan Bruselas. No es un lugar eminentemente turístico pero si bien conocido por la población belga, especialmente por su historia, ya que evoca la revolución belga de 1830. La plaza es un reducto de tranquilidad lejos del bullicio de la Rue Neuve (por la que se accede). Fue proyectada por el arquitecto Claude-Antoine Fisco en 1774, quien la rodeó de edificios de estilo neoclásico que hoy albergan una librería, un moderno teatro y los gabinetes ministeriales de la Comunidad flamenca. Aunque antiguamente se llamaba Plaza St. Michel, el nombre actual se debe a los héroes de la guerra por la independencia de Bélgica. La plaza es un cementerio nacional de los caídos durante la revolución de 1830. En el centro hay un monumento, conocido como Monumento Pro Patria, bajo el que hay una cripta donde están enterrados más de 450 cuerpos. Escultura “L’home qui marche” en el Barrio Europeo.  Quartier Européen. Cuando uno llega al Barrio Europeo tiene la sensación de haber cambiado de ciudad. Se encuentra situado al este, rodeado de grandes zonas verdes y de inmensos edificios comunitarios, que se ubican en torno al parque de Leopold, y las calles Rue de la Loi y Rue Beillard. En otros tiempos, el barrio fue famoso por albergar una zona residencial destinada a la clase social alta, pero en la actualidad se ha convertido en el centro neurálgico de toda la política comunitaria europea. El edificio más emblemático es el Berlaymont, sede principal de la Comisión Europea. Se construyó en la década de 1960, para acoger la primera sede de la Unión Europea. La obra fue pagada por el Gobierno belga y se inspira en el edificio de la sede de la UNESCO en París.
     
El arco triunfal estaba previsto que estuviera acabado para la conmemoración del 50 aniversario, pero solamente se acabaron las columnas. Para que pareciera acabado se colocaron paneles de madera, y hasta 1905 no pudo ser finalizado. La escultura de la cuadriga que lo corona se llama Brabante levantando la Bandera Nacional, y fue diseñada por Jules Lagae y Vincotte Thomas. Barrio Europeo de Bruselas.  La zona que acoge la mayoría de las instituciones de la Unión Europea es conocida comúnmente como el Barrio Europeo de Bruselas o Quartier Européen en francés. El barrio del Parlamento era una tranquila zona residencial antes de convertirse en un lugar clave para la política comunitaria europea. Los grandes edificios están enmarcados por tres grandes zonas verdes al este de la ciudad; el Parque de Bruselas, el Palacio del Cincuentenario y el Parque Leopold.  Uno de los edificios más representativos de la Unión Europea es el llamado Berlaymont. Este edificio, con una planta en forma de equis y catorce pisos de altura, fue construido en 1967 como sede de la Comisión Europea. Escultura en el Parlamento Europeo. Parlamento Europeo. www.europarl.europa.eu Rue Wiertz, 43. (Visitas guiadas de lunes a jueves de 10:00 a 15:00 y los viernes solamente a las 10:00 / gratuito). <M> Maelbeek. Tel. 02 284 3457.  El Parlamento Europeo es la única institución supranacional cuyos miembros son elegidos democráticamente por sufragio universal directo, celebrándose las votaciones cada cinco años. Los edificios que conforman el parlamento, conocidos como Espacio Léopold, dada su proximidad al parque que lleva el mismo nombre, están conformados por dos edificios principales, el Paul-Henri Spaak y el Altiero Spinelli, que abarcan 372.000 metros cuadrados. Además de estos dos edificios, en el 2007 se construyeron dos nuevas edificaciones apodadas D4 y D5 respectivamente.
     
El Barrio Europeo es la nomenclatura por la que se conoce a la zona de Bruselas en la que se asientan la mayoría de las instituciones de la Unión Europea. Está ubicada entre tres parques (el del Cincuentenario, el de Bruselas y el Leopold Park) y tiene su centro en la rotonda SchumanEsta zona, antiguamente residencial, ha ido sustituyendo las viviendas por oficinas. El inmueble más emblemático es el edificio Berlaymont, inspirado en el edificio de la UNESCO en París y sede de la Comisión Europea, que alberga a 2.000 de los 20.000 funcionarios de la Comisión que tienen fijada su residencia en la ciudad. La Comisión tiene, además de este edificio, otros 60 repartidos por el barrio. Durante los últimos años ha tenido que aumentar la infraestructura como consecuencia de las últimas adhesiones a la Unión Europea. Por otro lado, en esta zona también se encuentra el edificio Justus Lipsius, que acoge al Consejo de la Unión Europea y el Consejo Europeo. Al sur se encuentran los edificios del Parlamento, justo entre Luxemburg Square y el Leopold Park. Sus edificios principales son Altiero Spinelli y Paul-Henri Spaak, que no son las sedes oficiales de esta institución, pero sí donde se desarrolla más de la mitad de su actividad. Este complejo ha necesitado de continuas ampliaciones en los últimos años. Parc de Laeken. Parc de Laeken. <M> Heysel. Al sureste del Atomium, se encuentra este parque de 160 hectáreas, que alberga en su interior el Pabellón Chino, la Torre Japonesa, el monumento a Lépold, los invernaderos reales, la residencial real, y extensas zonas arboladas donde incluso es posible perderse. Este parque fue principalmente creado y diseñado en la época del rey Leopoldo II. En 1873 se unieron al palacio los invernaderos reales, que incluyen una colección de árboles exóticos, palmeras y camelias, ente otras muchas plantas. El palacio está cerrado al público, pero los invernaderos se abren dos semanas al año, entre los meses de abril y mayo. La residencia real, o Château Royal, es la residencia oficial de la Familia Real Belga y una de las construcciones más bellas de Bruselas. Fue construido entre 1782-1784 por Charles de Wailly, pero casi fue destruido por el fuego en 1890, por lo que fue posteriormente reconstruido por Alphonse Balat. Junto a la entrada al dominio real, se encuentra el monumento a Leopoldo I, el primer rey de los belgas, y un poco más al norte, una pagoda japonesa. Cuentan que Leopoldo II se quedó fascinado al ver un templo similar en la Exposición Universal de Paris de 1900, y encargó al mismo arquitecto otra para él. Justo delante de la torre japonesa se puede visitar el pabellón chino, diseñado por Alexandre Marcel entre 1901 y 1909, que alberga una importante colección de porcelana oriental. Siguiendo la Avenue Jean Sobieski hasta atravesar La Ville du Heysel, se encuentra el Jardín Colonial. Fue comprado en 1905 por el rey Leopold II para llevar allí sus colecciones de plantas exóticas traídas del Congo Belga, y transformado en 1964 en un parque público. El jardín lo conforman una gran zona de césped, una casa colonial, y un lago en el que nadan los patos. Más al sur se encuentran los Jardines Jean Sobieski, en el que los niños podrán disfrutar de una amplia zona de juegos. Musée BELvue. www.belvue.be Place des Palais, 7. (De martes a domingo de 10:00 a 17:00 / entrada: 5 euros / estudiantes: 3 euros / combinada con Coudenberg Palace: 8 euros). <M> Parc. Tel. 02 545 0809.  Sus nueve salas albergan una importante colección de piunturas, documentos y objetos reales que permiten descubrir los grandes periodos de la historia de Bélgica a través de tres grandes temáticas: la lucha por el sufragio universal, las guerras mundiales y los "golden sixties”.  Los espacios de exposición están enlazados gracias a un recorrido en el que se presenta el reinado de cada soberano belga a través de una selección de obras y retratos que caracterizan sus personalidades y la imagen pública de la familia real. En verano se puede tomar algo en la terraza del jardín.
     
Palais Royal. Place des Palais. (De mediados de junio a mediados de septiembre de 09:00 a 17:00). <M> Parc. Tel. 02 551 2020.  Hasta 1731, éste fue el emplazamiento del antiguo Palacio Ducal, quemado y sustituido por dos residencias familiares construídas por el arquitecto Louis Montoyer. Los trabajos fueron concluídos en 1829 y retomados en 1862 durante el mandato del duque de Brabant, futuro rey Léopold II. El edificio fue ampliado y la decoración interior modificada por el arquitecto Balat. Actualmente no se utiliza como residencia real, ya que el Rey y su familia viven en el Castillo Real de Laeken, en las afueras de Bruselas. Es interesante contemplar el cambio de guardia que se produce varias veces al día. Justo delante del Palacio Real se encuetra el Parc de Bruxelles, una extensa plaza ornamentada con un jardín francés y que ocupa los terrenos de caza utilizados en la época medieval por los duques de Brabante. En la actulidad, muchos habitantes de la zona la utilizan a primera hora de la mañana para hacer deporte. El Arco de Triunfo de la ciudad de Bruselas se encuentra ubicado en le Parque del Cincuentenario, el espacio verde más grande de la ciudad y uno de los lugares preferidos para tomar un descanso ya sea después del trabajo o para los turistas. El Arco de Triunfo fue construyó, principal e inicialmente como puerta de entrada a la ciudad para las personas que arribaran por la zona este a través de la Avenida Tervueren.
     
Square Marie Louise. Square Marie Louise. <M> Maelbeek. Se trata de un hermoso estanque rodeado de césped y vegetación, ideal para hacer un alto en el camino. En el sendero que lo rodea hay bancos para sentarse y alguna bonita estatua, como por ejemplo, la “Naissance d’une Nación”, o la del Teniente General Bernheim, héroe de la Primera Guerra Mundial. En el centro del lago hay una especie de fuente que mana agua en forma de geiser. También es la morada de una veintena de patos que campan a sus anchas, alimentados por los niños que les ofrecen comida todas las tardes. El parque Brupark intenta destacar y fortalecer los valores de Europa, a través de un recorrido por los principales atractivos de las ciudades que la componen. El cartel de la entrada, marcando las distancias a las capitales europeas, da comienzo a un camino guiado por monumentos, atractivos y detalles que cualquier viajero y curioso disfrutará. Redescubrir ciudades como Gante, Brujas o Bruselas a pequeña escala es una sensación increíble, que no hace más que certificar las emociones que pudimos sentir al verlas en directo. Con Gran Bretaña e Irlanda damos un buen repaso a los encantos de sus ciudades. El Eurotunel, el Parlamento Inglés y otras pequeñas ciudades inglesas como Bath nos hicieron recordar nuestros días en tierras británicas. Así continúa nuestro recorrido hasta contemplar y disfrutar de cada uno de los 27 países que conforman en la actualidad la Unión Europea. Hubo dos escenarios que nos llamaron especialmente la atención. El primer escenario son las representaciones que pudimos ver de España, donde destaca la plaza de toros de Sevilla, con su torero y su toro con sonido que hacían las delicias de los que pasaban por allí, confirmando la visión que existe en el extranjero. La otra es la representación del Vesubio, donde subidos a una plataforma vibratoria (y relajante) podremos sentir un erupción en directo. Bruparck. www.bruparck.com Boulevard du Centenaire. <M> Heysel. Tel. 02 474 8383.  Bruparck es el parque temático por excelencia de la ciudad de Bruselas. En su interior alberga el Mini-Europa, con maquetas a escala reducida de multitud de monumenos de la Unión Europea; el Océade, un parque acuátivo de agua caliente y piscina de olas; el kinépolis con sus numerosas salas de cine, y varios restaurantes y tiendas agrupadas en el Le Village.
     
Un pareja en las inmediaciones del Palacio de Justicia. A los pies del Palacio de Justicia se extiende el barrio de Les Marolles, uno de los más populares de la ciudad. A pesar de que una buena parte de su extensión fue expropiada para la construcción del Palacio de Justicia, la zona ha conservado su espíritu y originalidad. Para salvar el desnivel que separa Les Marolles del Palacio, dispones de un ascensor de cristal que te conducirá, rápidamente y con buenas vistas, hasta el siguiente paso de esta ruta. El Barrio de Les Marolles es hoy un entramado homogéneo de pintorescas callejuelas con identidad propia. Este fue uno de los primeros barrios de Bruselas en ganarse por mérito propio el calificativo de europeo, dodo que los talleres y fábricas que con el tiempo fueron instalándose en sus calles atrajeron a un gran número de obreros de las procedencias más diversas. La mezcla de culturas, italiana, polaca, judía, portuguesa y española, confirió al barrio un carácter distintivo. En la plaza Poelaert encontramos un monumento del escultor Charles Sargeant Jagger erigido en 1923. Esculpido en la piedra se puede leer: HOMMAGE DU PEUPLE BRITANNIQUE EN SOUVENIR DES SECOURS PRODIGUES PAR LES GENEREUX CITOYENS BELGES A SES SOLDATS BLESSES ET PRISONNIERS CE SONT DES HOMMES DE CHARITE ET DE MISERICORDE ET LES OEUVRES DE LEUR PIETE SUBSISTERONT A JAMAIS 1914 - 1918 "Homenaje del pueblo británico como recuerdo de los socorros por parte de los generosos ciudadanos belgas a sus soldados heridos y presos. Son hombres de caridad y de misericordia, y las obras de su piedad subsistirán para siempre". Un hombre fotografía los tejados de Marolles desde las proximidades del Palacio de Justicia. Ubicada en el centro de Marolles, barrio popular de Bruselas por excelencia, se halla la Place du Jeu de Balle o Vossenplein. Plaza también conocida con el nombre de «Mercado Antiguo». La plaza Jeu de Balle se creó en 1854, al mismo tiempo que la Rue Blaes. Entonces, se llamaba «Renard» porque lindaba con la Rue du Renard, que ya existía en el s. XV. Goza de muy buen ambiente y es popular por su rastro, que podrá visitar todas las mañanas. Se encontrará con los amantes de las antigüedades, paseantes, visitantes por un día... Sobre todo, le recomendamos que se siente en una de sus terrazas para saborear una buena cerveza y disfrutar de la música en vivo, en particular en verano.
     
Iglesia de Saint Jean et Etienne aux Minimes Sint-Jan Stefaan Ter Minimen, en el barrio de Marolles. Hilton Brussels. www1.hilton.com Boulevard de Waterloo, 38. Telf: 02 504 1111. Aunque no le vendría mal una buena rehabilitación, cumple con todos los estandartes de calidad de la cadena. El precio de 12 euros por la conexión a Internet es abusivo, al igual que el parking a 35 euros diarios. Es recomendable únicamente con ofertas inferiores a 90 euros, si no hay otros hoteles más interesantes en la ciudad. Una pareja romántica sentada en un banco en la plaza Poelaert junto al ascensor de Marolles. Para bajar desde el barrio Sablon hasta Marolles se puede utilizar un medio de transporte insólito, un ascensor gratuito íntegramente de cristal desde el que se disfruta unas espléndidas vistas sobre Marolles. Lo pusieron para salvar el desnivel que separa Les Marolles del Palacio. En la parte de arriba (plaza Poelaert) hay un mirador desde el que se ven algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
     
  Ayuntamiento. Stadhuis. www.brugge.be Burg, 12. (Todos los días de 09:30 a 17:00 / adultos: 2 euros / estudiantes: 1 euro). Tel. 50 44 8711.  El ayuntamiento de Brujas fue construido en estilo gótico florido entre 1376 y 1421, siendo uno de los más antiguos de los Países Bajos. La Sala Gótica, contiene magníficas pinturas murales del siglo XIX que cuentan los episodios históricos de las vicisitudes de la ciudad, así como singulares tallas de madera en el techo adornado por una serie de 16 doseles con estatuas que representan los elementos naturales y las estaciones. En un edificio adyacente se encuentra la Sala Renacentista, donde se encuentra una de las más hermosas obras de la escultura flamenca, una espléndida chimenea de mármol y alabastro obra del artista Lanceloot Blondeel.  
  Bruselas fotografías de la ciudad