Para desayunar por Bruselas abundan las cadenas de cafeterías, esas tan bien puestas que casi parecen de toda la vida. Tenéis el Paul, con un buen café y mejor croissant, aunque lo mejor el pan de los bocadillos (desde 3.75€). En el Boulevard Anspach con la Rue de L’Eveque Bisschops, tenéis un Paul bien céntrico. La otra alternativa es Le Pan Quotidian. En la Rue Antoine Dansaert encontraréis uno, decorado como vuestra cocina soñada, con una única mesa de madera alargada de la que no os querréis levantar. Para tomar una cerveza en una terraza animada, a cualquier hora podéis ir al Fontaines en el Jardin des Olives, justo en la Marche au Charbon. Desde 1.90€ la cerveza de barril o desde 2.60€ la embotellada. Por si está lleno al ladito tenéis el Bar Llanes o Au Soleil, los dos también con ambiente y terrazas agradables. Otra zona con buen ambiente es la plaza de Santa Catalina, con varios bares con terrazas debajo de unos grandes pinos. La cerveza está igual de fría en todos ellos pero nuestro preferido es el Onthaal por sus originales hamacas. Además, en esta misma plaza encontraréis una especie de barra-marisquería o “bar a tapas” como le llaman ellos llevado por españoles. Pedid los “duos” por 13 o 15€ (tapas combinando dos de gambas, pulpo o calamares) o el “triple” con las tres opciones (21€). Os chuparéis los dedos!! Pero cuidado que sólo abren para comer y cierran los domingos. UN JAPONES COMIENDO EN BRUSELAS.