La “ruta de la BD” puede ser una simple excusa para conocer Bruselas, aunque habrá quien la considere una verdadera peregrinación, ya que incluye veinte murales gigantes de famosos personajes de las tiras cómicas locales, así como una serie de librerías especializadas que son una mina de oro tanto para coleccionistas de libros y revistas clásicas de BD, como para quienes buscan simplemente las historietas políticas y sociales de vanguardia que caricaturizan a personajes como Nicolás Sarkozy y George Bush, y retoman asuntos sensibles como el cambio climático, el calentamiento global, el racismo y el terrorismo. La ruta de los cómics es tan divertida para los adultos como para los niños; todos siempre se quedan con algo. Se puede hacer por cuenta propia —una gran manera de descubrir las calles y zonas ocultas de Bruselas— o en un recorrido de los que organiza el Centro de Historietas. Sea como sea, algunos murales tienen que ser vistos a como dé lugar: uno es el que representa un atraco bancario de Lucky Luke (calle de la Buanderie); otro el de Cubitus (Rue de Flandre), un travieso perro blanco que quita la estatua del famoso Manneken Pis de su pedestal y posa él mismo orinando.  Por el mercado de Jeu de Balle, en la Rue des Capucins, hay un mural de dos personajes poco conocidos de Hergé, Quick y Flupke, y un segundo que representa dos héroes políticamente incorrectos de 1930, Blondin y Cirage, uno de los cuales es un negro caricaturizado. Y para los que quieran comprar, si bien es cierto que “la Cueva de Aladino” del Centro de Historietas parece vender cualquier ejemplar imaginable del género, hay una serie de librerías especializadas esparcidas por toda la ciudad. La que no hay que perderse es la colorida Brüsel, que es mitad librería y mitad galería de historietas originales, y organiza eventos semanales con autores de BD de todo el mundo, incluyendo a Tony Sandoval de México. Muy cerca están dos excelentes tiendas de segunda mano, Little Nemo, llamada así en honor al primer dibujo animado, de Winsor McCay, y Le Dépot, punto de encuentro de coleccionistas que compran y venden sus BDs desde hace más de 50 años. Y quienes quieran llevarse algún recuerdo de la obra de Hergé, podrán encontrar todo lo imaginable en la Boutique de Tintín. CITROEN EN BELGICA