Los mejillones con patatas fritas es uno de los platos típicos de la ciudad y de gran parte del país. La mayoría de los mejillones son importados de Holanda, de la región de Zelanda. Cuestan casi el doble que los mejillones gallegos y son la mitad de pequeños. Se consumen cerca de 70 millones de kilos al año. El mejillón holandés es más pequeño e insípido, por eso lo acompañan con un montón de salsas, para que sepan a algo. En Zelanda producen un mejillón de fondo; pequeño, negro y sin raíz, extraído con un rastro, igual que las almejas o los berberechos. Junto con Galicia e Italia, Holanda, sin ser una potencia pesquera, es uno de los grandes productores de mejillón en Europa, la mayor del norte europeo. Los mejillones holandeses copan el 95% del mercado belga, destinatario de la mitad del total de las exportaciones holandesas de este bivalvo. Aunque desde hace unos años el mejillón gallego se ha introducido por primera vez, y con éxito, en los restaurantes de Bruselas. La ventaja del mejillón gallego es que su producción no es estacional, como ocurre con los holandeses, también es más grande y tiene más sabor. Un kilo de mejillones es la ración normal que los restaurantes suelen servir en una cacerola con una tapa que sirve para depositar las conchas. EL PLATO TIPICO SON MEJILLONES CON PATATAS FRITAS.