Interior de uno de los autobuses urbanos de Bruselas.Es una manera cómoda de viajar, sobretodo para unir recorridos de la ciudad en los que tuviéramos que hacer transbordo en las líneas del metro. Solamente se paran en las paradas marcadas siempre y cuando hayamos avisado que queremos detenernos pulsando el botón de parada, o bien haya algún pasajero esperando para subir. Fun-cionan durante las 24 horas del día, y lo más fácil para orientarse es buscar en las marquesinas de las paradas la información sobre el recorrido. El billete se puede abonar en metálico o bien hacerlo mediante la tarjeta combinada del metro con la cual podemos cambiar de línea de bus, de metro a bus o viceversa durante un periodo de una hora sin pagar más. Si el billete lo hemos comprado anteriormente deberemos volverlo a marcar en las máquinas de color naranja. Los autobuses con nombres de letras pertenecen a la compañía flamenca De Lijn, y los que comienzan por número a la STIB/MIVB. RUBIA EN UNA ANUNCIO DE LA ZONA 30 DE BRUSELAS