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CHEVERNY, UN TESORO PARA LOS AMANTES DE TINTIN Este castillo, que inspiró a Hergé para dibujar el famoso Moulinsart del capitán Haddock, es una mezcla de arte clásico y popular. Las dependencias del castillo alojan una excepcional sala de los Trofeos, rica con más de dos mil cuerpos de ciervo y una perrera con setenta espléndidos ejemplares de perros adiestrados para la caza. Con bastante asiduidad, los propietarios de Chaverny organizan cacerías con bastante renombre entre los entendidos. No muy lejos de la perrera se encuentra una exposición permanente sobre Tintin y los secretos de Moulinsart ,en la que para muchos destaca especialmente la similitud de las fotografías de personajes reales y los de comic ilustrados por Hergé. CHEVERNY, UN TESORO PARA LOS AMANTES DE TINTIN Este castillo es uno de los más famosos, sobretodo para los “tintinófilos”, que no deben perderse de ninguna de las maneras. Este castillo, que inspiró a Hergé para dibujar el famoso Moulinsart del capitán Haddock, es una mezcla de arte clásico y popular. No muy lejos de la perrera se encuentra una exposición permanente sobre Tintin y los secretos de Moulinsart ,en la que para muchos destaca especialmente la similitud de las fotografías de personajes reales y los de comic ilustrados por Hergé. CHEVERNY, UN TESORO PARA LOS AMANTES DE TINTIN. Interior del Castillo. Este castillo, que inspiró a Hergé para dibujar el famoso Moulinsart del capitán Haddock, es una mezcla de arte clásico y popular. Las dependencias del castillo alojan una excepcional sala de los Trofeos, rica con más de dos mil cuerpos de ciervo y una perrera con setenta espléndidos ejemplares de perros adiestrados para la caza. Con bastante asiduidad, los propietarios de Chaverny organizan cacerías con bastante renombre entre los entendidos.
     
CHEVERNY, UN TESORO PARA LOS AMANTES DE TINTIN Este castillo posee una perrera con setenta espléndidos ejemplares de perros adiestrados para la caza. Con bastante asiduidad, los propietarios de Chaverny organizan cacerías con bastante renombre entre los entendidos. No muy lejos de la perrera se encuentra una exposición permanente sobre Tintin y los secretos de Moulinsart ,en la que para muchos destaca especialmente la similitud de las fotografías de personajes reales y los de comic ilustrados por Hergé. Alrededores del Hotel Chateau du Breiuil (www.chateau-du-breuil.fr)  23, Route de Fougères 41700 Chevemy. Telf. 33(0)2 54 44 20 20. Un castillo que parece salido de un cuento de hadas situado en el corazón del Valle del Loire, a poca distancia de Cheverny. El Chateau de Breuil ofrece cómodas habitaciones con una decoración personalizada. Dispone de salones de época, con vistas al parque, en un ambiente íntimo y refinado. También lo rodea un parque de 45 hectáreas. Cuenta con tres estrellas y sus precios giran entorno a los 140 euros. CHEVERNY, UN TESORO PARA LOS AMANTES DE TINTIN Este castillo es uno de los más famosos, sobretodo para los “tintinófilos”, que no deben perderse de ninguna de las maneras. Este castillo, que inspiró a Hergé para dibujar el famoso Moulinsart del capitán Haddock, es una mezcla de arte clásico y popular. Las dependencias del castillo alojan una excepcional sala de los Trofeos, rica con más de dos mil cuerpos de ciervo y una perrera con setenta espléndidos ejemplares de perros adiestrados para la caza.
     
Restaurante du Pinocchio Cuarto de enseres de uno de los viticultores cercanos a Cheverny Hotel Chateau du Breiuil (www.chateau-du-breuil.fr)  23, Route de Fougères 41700 Chevemy. Telf. 33(0)2 54 44 20 20. Un castillo que parece salido de un cuento de hadas situado en el corazón del Valle del Loire, a poca distancia de Cheverny. El Chateau de Breuil ofrece cómodas habitaciones con una decoración personalizada. Dispone de salones de época, con vistas al parque, en un ambiente íntimo y refinado. También lo rodea un parque de 45 hectáreas. Cuenta con tres estrellas y sus precios giran entorno a los 140 euros.
     
VALENÇAY, El CASTILLO DE TALLEYRAND. Junto a la belleza de su arquitectura y el esplendor de su mobiliario, este castillo es además famoso por su historia. Durante más de trenta años fue propiedad del ilustre Charles Maurice de Talleyrand, que lo adquirió en el año 1803 para recibir a los dignatarios extranjeros, actuando como ministro de asuntos exteriores de Napoleón. La propiedad se compró por la importante suma de 1.600.000 francos, aunque sus más de 100 aposentos, 150 hectáreas de bosques, prados y viñedos, y 99 talleres ubicados en el interior conformaban una de las propiedades feudales más grandes de Francia. VALENÇAY, El CASTILLO DE TALLEYRAND. Aquí estuvieron por ejemplo alojados los Príncipes de España con todo su séquito mientras duró su exilio de seis años que perduró desde 1808 a 1814. Junto a la belleza de su arquitectura y el esplendor de su mobiliario, este castillo es además famoso por su historia. Durante más de trenta años fue propiedad del ilustre Charles Maurice de Talleyrand, que lo adquirió en el año 1803 para recibir a los dignatarios extranjeros, actuando como ministro de asuntos exteriores de Napoleón. La propiedad se compró por la importante suma de 1.600.000 francos, aunque sus más de 100 aposentos, 150 hectáreas de bosques, prados y viñedos, y 99 talleres ubicados en el interior conformaban una de las propiedades feudales más grandes de Francia. VALENÇAY, El CASTILLO DE TALLEYRAND. Aquí estuvieron por ejemplo alojados los Príncipes de España con todo su séquito mientras duró su exilio de seis años que perduró desde 1808 a 1814. Junto a la belleza de su arquitectura y el esplendor de su mobiliario, este castillo es además famoso por su historia. Durante más de trenta años fue propiedad del ilustre Charles Maurice de Talleyrand, que lo adquirió en el año 1803 para recibir a los dignatarios extranjeros, actuando como ministro de asuntos exteriores de Napoleón. La propiedad se compró por la importante suma de 1.600.000 francos, aunque sus más de 100 aposentos, 150 hectáreas de bosques, prados y viñedos, y 99 talleres ubicados en el interior conformaban una de las propiedades feudales más grandes de Francia. El Château de Valençay, que combina en perfecta armonía arquitectónica tanto, estilos renacentista y clásico, ha cambiado en el curso de su historia. En 1803, pasó a ser propiedad de Charles-Maurice de Talleyrand-Périgord, secretario de Relaciones Exteriores de Napoleón. Al ser un símbolo del poder imperial, Valençay es representativo del gusto y elegancia, con sus mármoles, pinturas, obras de arte y en particular de su excepcional muebles Imperio revestida en bronce dorado. Desde los salones de estado para los apartamentos privados, las colecciones del castillo de Valençay le ofrecen la visita más rico de los castillos del Valle del Loira.
     
Cata de vinos y quesos DOC con el Señor Roy en el interior del Castillo de Valençay FOTOGRAFIANDO LOS JARDINES DE VILLANDRY Estos jardines están divididos en distintas zonas, una ornamental junto al castillo (dedicado al amor tierno, el amor apasionado, el amor infiel y el amor trágico), un jardín de agua alrededor del estanque, y un jardín de hiervas medicinales, aromáticas, y hortofrutícola. La decoración de estos jardines renacentistas es absolutamente exquisita, y en gran parte se debe a  dos paisajista andaluces, Antonio Lozano y Javier de Winthuysen Losada artífices de su reconstrucción a principios del siglo XX, cuando la propiedad fue adquirida por el doctor extremeño Joaquín Carvallo, bisnieto del actual propietario. EL CASTILLO Y LOS JARDINES DE VILLANDRY Estos jardines están divididos en distintas zonas, una ornamental junto al castillo (dedicado al amor tierno, el amor apasionado, el amor infiel y el amor trágico), un jardín de agua alrededor del estanque, y un jardín de hiervas medicinales, aromáticas, y hortofrutícola. La decoración de estos jardines renacentistas es absolutamente exquisita, y en gran parte se debe a  dos paisajista andaluces, Antonio Lozano y Javier de Winthuysen Losada artífices de su reconstrucción a principios del siglo XX, cuando la propiedad fue adquirida por el doctor extremeño Joaquín Carvallo, bisnieto del actual propietario.
     
EL CASTILLO Y LOS JARDINES DE VILLANDRY Henri Carvallo, el propietario del Chateau, nos recibe en su basta propiedad para enseñarnos de primera mano todos los entresijos de este castillo renacentista ubicado a escasa distancia de Loira. Aunque lo primero que se visita es el castillo, lo que atrae a miles de turistas que pasan por aquí cada año son su jardines, que fueron creados a principios de siglo y que enaltecen al castillo.  JARDINES DE VILLANDRY. Estos jardines están divididos en distintas zonas, una ornamental junto al castillo (dedicado al amor tierno, el amor apasionado, el amor infiel y el amor trágico), un jardín de agua alrededor del estanque, y un jardín de hiervas medicinales, aromáticas, y hortofrutícola. La decoración de estos jardines renacentistas es absolutamente exquisita, y en gran parte se debe a  dos paisajista andaluces, Antonio Lozano y Javier de Winthuysen Losada artífices de su reconstrucción a principios del siglo XX, cuando la propiedad fue adquirida por el doctor extremeño Joaquín Carvallo, bisnieto del actual propietario. EL CASTILLO Y LOS JARDINES DE VILLANDRY. La ciudad de Tours, con sus calles medievales y sus pintorescas plazas, es el punto de inicio de este recorrido. En la parte vieja de la ciudad destaca el artesonado de madera de las casas del siglo XV. Desde aquí, el Loira y el Cher fluyen a través del jardín de Francia, una región donde la vida es fácil. Desde los antiguos barrios de Tours hasta los jardines del Castillo de Villandry, puede dar un precioso paseo en bici.
     
EL CASTILLO Y LOS JARDINES DE VILLANDRY. Aunque lo primero que se visita es el castillo, lo que atrae a miles de turistas que pasan por aquí cada año son su jardines, que fueron creados a principios de siglo y que enaltecen al castillo.  Estos jardines están divididos en distintas zonas, una ornamental junto al castillo (dedicado al amor tierno, el amor apasionado, el amor infiel y el amor trágico), un jardín de agua alrededor del estanque, y un jardín de hiervas medicinales, aromáticas, y hortofrutícola. La decoración de estos jardines renacentistas es absolutamente exquisita, y en gran parte se debe a  dos paisajista andaluces, Antonio Lozano y Javier de Winthuysen Losada artífices de su reconstrucción a principios del siglo XX, cuando la propiedad fue adquirida por el doctor extremeño Joaquín Carvallo, bisnieto del actual propietario. Fluye por más de 1.000 km de su fuente de goteo en el Macizo Central al oeste hacia el Océano Atlántico, el Loira real es a menudo denominado uno de los últimos sauvages Fleuves (ríos salvajes) en Francia. Es un cuerpo voluble y rebelde de agua que frecuentemente rompe sus bancos e inundaciones el plano praderas situadas a ambos lados del río. Durante siglos, antes de la Revolución Industrial, esta vía de agua enorme era una de las grandes vías comerciales de Francia, pero en estos días la mayor parte del tráfico fluvial hace tiempo que entró en el atardecer, y las barcazas de carga y barcos de vapor que una vez que surcaban las aguas han sido reemplazados por canoas ocasionales y de fondo plano futreaux (barcazas). En siglos pasados, el río Loire era un área estratégica clave, a un paso de la capital francesa y en equilibrio sobre la frontera crucial entre el norte y el sur de Francia. A través de los reyes de salida siglos, reinas, duques y nobles establecieron sus fortalezas feudales y los asientos de los países a lo largo del Loira, y el valle está lleno de algunas de las obras arquitectónicas más extravagante de este lado de Versalles. Del cielo tope de torretas y brillantes salones de banquetes para coronadas pizarra cúpulas, capillas de lujo y torres almenadas, los cientos de castillos que salpican el valle del Loira proporcionar una amplia sección transversal de los cambiantes gustos chitectural ar-mas de 1000 años de la alta sociedad francesa . El resultado es una colección asombrosamente rica de tesoros arquitectónicos, que van desde las fortalezas medievales de Chinon, Angers y Loches hasta los palacios de placer extravagantes de Azay-le-Rideau, Chenonceau y Chambord. Si se trata de pompa y esplendor aristocrático arquitectónico que estés buscando, el valle del Loira es un lugar para quedarse. Bonito paisaje al atardecer en Azay le Rideau. EL CASTILLO Y LOS JARDINES DE VILLANDRY. Aunque lo primero que se visita es el castillo, lo que atrae a miles de turistas que pasan por aquí cada año son su jardines, que fueron creados a principios de siglo y que enaltecen al castillo.  Estos jardines están divididos en distintas zonas, una ornamental junto al castillo (dedicado al amor tierno, el amor apasionado, el amor infiel y el amor trágico), un jardín de agua alrededor del estanque, y un jardín de hiervas medicinales, aromáticas, y hortofrutícola.
     
Bonito paraje al atarceder junto al río en Azay le Rideau. Bonito paraje junto al río en Azay le Rideau. Bonito paraje junto al río en Azay le Rideau.
     
Un bonito puente sobre la carretera princiapl de Azay le Rideau Practicando kayak en Azay le Rideau Uno de los restaurantes de Azay le Rideau
     
AZAY LE RIDEAU, UNO DE LOS EXITOS DEL RENACIMIENTO. Desayuno en los jardines del castillo. Varios kilómetros de bicicleta y llegamos a orillas del río Indre, donde rodeado de vegetación se alza este majestuoso castillo paradigma del Renacimiento.   Las aguas del río prácticamente rodean la fachada de esta fortaleza, quedando reflejada en sus aguas de una manera casi simétrica.  Su historia se remonta a la época romana, siendo fundamental posteriormente, en la Edad Media dónde desempeñó un papel militar de vigilancia sobre el Valle del Indre. Balzac describió esta pequeña joya como “un diamante tallado”, engrazado en el Indre”. Un romanticismo envuelve sus alrededores, en los que es posible pasear por extensas zonas verdes colindantes, y observar como una damisela vestida para la ocasión explica a los escolares venidos de lugares remotos de Francia la historia del “Hijo del diablo”, tal y como apodaban a Rideau d’Azay, el señor feudal que poseyó el castillo en el siglo XII. AZAY LE RIDEAU, UNO DE LOS EXITOS DEL RENACIMIENTO. Vista lateral del castillo. Varios kilómetros de bicicleta y llegamos a orillas del río Indre, donde rodeado de vegetación se alza este majestuoso castillo paradigma del Renacimiento.   Las aguas del río prácticamente rodean la fachada de esta fortaleza, quedando reflejada en sus aguas de una manera casi simétrica.  Su historia se remonta a la época romana, siendo fundamental posteriormente, en la Edad Media dónde desempeñó un papel militar de vigilancia sobre el Valle del Indre. Balzac describió esta pequeña joya como “un diamante tallado”, engrazado en el Indre”. Un romanticismo envuelve sus alrededores, en los que es posible pasear por extensas zonas verdes colindantes, y observar como una damisela vestida para la ocasión explica a los escolares venidos de lugares remotos de Francia la historia del “Hijo del diablo”, tal y como apodaban a Rideau d’Azay, el señor feudal que poseyó el castillo en el siglo XII. AZAY LE RIDEAU, UNO DE LOS EXITOS DEL RENACIMIENTO. Vista del torreón. Su historia se remonta a la época romana, siendo fundamental posteriormente, en la Edad Media dónde desempeñó un papel militar de vigilancia sobre el Valle del Indre. Balzac describió esta pequeña joya como “un diamante tallado”, engrazado en el Indre”. Un romanticismo envuelve sus alrededores, en los que es posible pasear por extensas zonas verdes colindantes, y observar como una damisela vestida para la ocasión explica a los escolares venidos de lugares remotos de Francia la historia del “Hijo del diablo”, tal y como apodaban a Rideau d’Azay, el señor feudal que poseyó el castillo en el siglo XII.
     
AZAY LE RIDEAU, UNO DE LOS EXITOS DEL RENACIMIENTO Varios kilómetros de bicicleta y llegamos a orillas del río Indre, donde rodeado de vegetación se alza este majestuoso castillo paradigma del Renacimiento.   Las aguas del río prácticamente rodean la fachada de esta fortaleza, quedando reflejada en sus aguas de una manera casi simétrica. AZAY LE RIDEAU, UNO DE LOS EXITOS DEL RENACIMIENTO Una guia del castillo vestida de princesa enseña a los niños toda la historia de este monumento. AZAY LE RIDEAU, UNO DE LOS EXITOS DEL RENACIMIENTO Una guia del castillo vestida de princesa enseña a los niños toda la historia de este monumento.
     
Una casa casi totalmente cubierta por una enredadera en Azay le Rideau Una casa casi totalmente cubierta por una enredadera en Azay le Rideau LA ABADÍA DE FONTEVRAUD, SÍMBOLO DE PODER Aquí, en la iglesia de la abadía, eligieron ser sepultados los reyes Plantagenet (Enrique II, Eleonora de  Aquitania, Ricado Corazón de León y Isabel de Angoulême). Sus sarcófagos constituyen un ir y venir de turistas que intentan plasmar con sus cámaras los retos de tan ilustres personajes. En tiempos de Napoleón la abadía se transformó en prisión, permaneciendo de esa manera hasta 1963. En la actualidad, está convertida en un centro cultural, al que se acercan los visitantes a admirar la iglesia abacial románica del siglo XII, el claustro de Le Grand-Mostoier, la sala capitular, el refectorio y las extraordinarias cocinas románicas.
     
LA ABADÍA DE FONTEVRAUD, SÍMBOLO DE PODER. Fundada en 1101 por el eremita Robert de Abrissel, la abadía de Fontevraud se convirtió durante la Revolución francesa en una de las ciudades monásticas más grandes de Europa. Sustentado por los papas, los obispos y los condes de Anjou, se erige como el símbolo del poder de los Plantegenêt albergando aquí su necrópolis. Aquí, en la iglesia de la abadía, eligieron ser sepultados los reyes Plantagenet (Enrique II, Eleonora de  Aquitania, Ricado Corazón de León y Isabel de Angoulême). LA ABADÍA DE FONTEVRAUD, SÍMBOLO DE PODER Fundada en 1101 por el eremita Robert de Abrissel, la abadía de Fontevraud se convirtió durante la Revolución francesa en una de las ciudades monásticas más grandes de Europa. Sustentado por los papas, los obispos y los condes de Anjou, se erige como el símbolo del poder de los Plantegenêt albergando aquí su necrópolis. Aquí, en la iglesia de la abadía, eligieron ser sepultados los reyes Plantagenet (Enrique II, Eleonora de  Aquitania, Ricado Corazón de León y Isabel de Angoulême). Sus sarcófagos constituyen un ir y venir de turistas que intentan plasmar con sus cámaras los retos de tan ilustres personajes. LA ABADÍA DE FONTEVRAUD, SÍMBOLO DE PODER En la actualidad, está convertida en un centro cultural, al que se acercan los visitantes a admirar la iglesia abacial románica del siglo XII, el claustro de Le Grand-Mostoier, la sala capitular, el refectorio y las extraordinarias cocinas románicas. Fundada en 1101 por el eremita Robert de Abrissel, la abadía de Fontevraud se convirtió durante la Revolución francesa en una de las ciudades monásticas más grandes de Europa. Sustentado por los papas, los obispos y los condes de Anjou, se erige como el símbolo del poder de los Plantegenêt albergando aquí su necrópolis. Aquí, en la iglesia de la abadía, eligieron ser sepultados los reyes Plantagenet (Enrique II, Eleonora de  Aquitania, Ricado Corazón de León y Isabel de Angoulême).
     
Paisaje bucólico en el trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira. Trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira. Trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira.
     
Trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira. De esta ciudad destacan sobretodo la calidad de sus vinos, sus caballos y sus champiñones, aunque el castillo medieval que puede observarse desde cualquier punto de la ciudad también merece muchos elogios. Una de las multiples haciendas construidas a modo de castillo en el trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira. De esta ciudad destacan sobretodo la calidad de sus vinos, sus caballos y sus champiñones, aunque el castillo medieval que puede observarse desde cualquier punto de la ciudad también merece muchos elogios. Río Loira. Trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira. De esta ciudad destacan sobretodo la calidad de sus vinos, sus caballos y sus champiñones, aunque el castillo medieval que puede observarse desde cualquier punto de la ciudad también merece muchos elogios.
     
Trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira. De esta ciudad destacan sobretodo la calidad de sus vinos, sus caballos y sus champiñones, aunque el castillo medieval que puede observarse desde cualquier punto de la ciudad también merece muchos elogios. Trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira. De esta ciudad destacan sobretodo la calidad de sus vinos, sus caballos y sus champiñones, aunque el castillo medieval que puede observarse desde cualquier punto de la ciudad también merece muchos elogios. Trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur junto al río Loira. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira. De esta ciudad destacan sobretodo la calidad de sus vinos, sus caballos y sus champiñones, aunque el castillo medieval que puede observarse desde cualquier punto de la ciudad también merece muchos elogios.
     
Una pequeña iglesia en el trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira. De esta ciudad destacan sobretodo la calidad de sus vinos, sus caballos y sus champiñones, aunque el castillo medieval que puede observarse desde cualquier punto de la ciudad también merece muchos elogios. Una carretera junto al Loira en el trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira. De esta ciudad destacan sobretodo la calidad de sus vinos, sus caballos y sus champiñones, aunque el castillo medieval que puede observarse desde cualquier punto de la ciudad también merece muchos elogios. Trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira. De esta ciudad destacan sobretodo la calidad de sus vinos, sus caballos y sus champiñones, aunque el castillo medieval que puede observarse desde cualquier punto de la ciudad también merece muchos elogios.
     
Uno de los pequeños pueblos del trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira. De esta ciudad destacan sobretodo la calidad de sus vinos, sus caballos y sus champiñones, aunque el castillo medieval que puede observarse desde cualquier punto de la ciudad también merece muchos elogios. Trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira. De esta ciudad destacan sobretodo la calidad de sus vinos, sus caballos y sus champiñones, aunque el castillo medieval que puede observarse desde cualquier punto de la ciudad también merece muchos elogios. Trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira. De esta ciudad destacan sobretodo la calidad de sus vinos, sus caballos y sus champiñones, aunque el castillo medieval que puede observarse desde cualquier punto de la ciudad también merece muchos elogios.
     
Trayecto en bicicleta de Fontevraud a Saumur. Veinte kilómetros más de bicicleta desde Fontevraud y llegamos a las puertas de Saumur, una pequeña ciudad a las puertas del Loira. De esta ciudad destacan sobretodo la calidad de sus vinos, sus caballos y sus champiñones, aunque el castillo medieval que puede observarse desde cualquier punto de la ciudad también merece muchos elogios. Saumur es una pequeña ciudad a las puertas del Loira. De esta ciudad destacan sobretodo la calidad de sus vinos, sus caballos y sus champiñones, aunque el castillo medieval que puede observarse desde cualquier punto de la ciudad también merece muchos elogios. Chênehutte-les-TuffeauxLa Castellane. (www.prieure.com) Le Prieuré. 49350 Chênehutte-les-Tuffeaux. Un excelente hotel panorámico con las mejores vistas del Loira a su paso por Anjou.
     
Mercado de Saumur. En su casco antiguo, compuesto básicamente de estrechos callejones, se celebra cada sábado un animado mercado en el que es posible encontrar cualquier cosa por extraña que parezca. Serpenteando las  empinadas callejuelas llegamos hasta los dominios del castillo, desde donde se obtienen una de las mejores vistas de esta zona del Valle del Loira. Saumur. En su casco antiguo, compuesto básicamente de estrechos callejones, se celebra cada sábado un animado mercado en el que es posible encontrar cualquier cosa por extraña que parezca. Valle troglodita de Goupillières : 3 granjas troglodíticas para saber como se vivía antaño en estas casas cueva típicas de la Turena.  Sendero de interpretación del PNR Loire-Anjou-Turena "Érase una vez el mimbre" en Villaines-les- Rochers.  La pera 'apaleada' en Rivarennes: un museo y un productor para saberlo todo sobre esta curiosa práctica. Marson Les Caves de Marson (www.cavesdemarson.com) 1, Rue Henri Fricotelle 49400 Rou-Marson. En el interior de esta cueva podremos degustar una auténtica cena troglodita por 23 euros. Aquí nadie se queda con hambre.
Vistas del Castillo de  Saumur y el Río Loira desde el mirador. Serpenteando las  empinadas callejuelas llegamos hasta los dominios del castillo, desde donde se obtienen una de las mejores vistas de esta zona del Valle del Loira. Vistas del Río Loira desde Saumur. Serpenteando las  empinadas callejuelas llegamos hasta los dominios del castillo, desde donde se obtienen una de las mejores vistas de esta zona del Valle del Loira. Saumur. Serpenteando las  empinadas callejuelas llegamos hasta los dominios del castillo, desde donde se obtienen una de las mejores vistas de esta zona del Valle del Loira.
Ecole Nationale d’Equitacion (www.cadrenoir.fr), donde se encuentra una de las pocas escuelas de equitación de toda Europa. No muy lejos de la ciudad hayamos la Ecole Nationale d’Equitacion (www.cadrenoir.fr), donde se encuentra una de las pocas escuelas de equitación de toda Europa. Expléndido interior del castillo. El Castillo de Brissac es el más alto de toda Francia. Se ubica estratégicamente sobre la rivera del Maine y a escasa distancia del Loira albergando gran cantidad de órdenes religiosas que reciben misioneros de todos los rincones del mundo.
Jardines del castillo. El Castillo de Brissac es el más alto de toda Francia. Se ubica estratégicamente sobre la rivera del Maine y a escasa distancia del Loira albergando gran cantidad de órdenes religiosas que reciben misioneros de todos los rincones del mundo. Pintando el castillo con pintura elaborada en vino. El Castillo de Brissac es el más alto de toda Francia. Se ubica estratégicamente sobre la rivera del Maine y a escasa distancia del Loira albergando gran cantidad de órdenes religiosas que reciben misioneros de todos los rincones del mundo. Venta de vino elaborada en el mismo castillo. El Castillo de Brissac es el más alto de toda Francia. Se ubica estratégicamente sobre la rivera del Maine y a escasa distancia del Loira albergando gran cantidad de órdenes religiosas que reciben misioneros de todos los rincones del mundo.
Interior de la fábrica de Cointreau (www.remy-cointreau.com) donde destilan 30 millones de frascos de este licor de sabor a naranja. Fabrica de Cointreau (www.remy-cointreau.com) donde destilan 30 millones de frascos de este licor de sabor a naranja. Visgtas exteriores del Castillo de Angers. Un paseo por el casco antiguo, una visita al mercado de la Plaza Saint Pierre, y por supuesto, una parada obligatioria en el castillo de Angers para poder admirar los famosos tapices inspirados en la Apocalipsis de San Juan serán las últimas seducciones de un viaje de ensueño, en el que romanticismo y deporte se fusionan.
Castillo de Angers. Un paseo por el casco antiguo, una visita al mercado de la Plaza Saint Pierre, y por supuesto, una parada obligatioria en el castillo de Angers para poder admirar los famosos tapices inspirados en la Apocalipsis de San Juan serán las últimas seducciones de un viaje de ensueño, en el que romanticismo y deporte se fusionan. Jardines del Castillo de Angers. Un paseo por el casco antiguo, una visita al mercado de la Plaza Saint Pierre, y por supuesto, una parada obligatioria en el castillo de Angers para poder admirar los famosos tapices inspirados en la Apocalipsis de San Juan serán las últimas seducciones de un viaje de ensueño, en el que romanticismo y deporte se fusionan. Vistas de la ciudad desde el Castillo de Angers. Un paseo por el casco antiguo, una visita al mercado de la Plaza Saint Pierre, y por supuesto, una parada obligatioria en el castillo de Angers para poder admirar los famosos tapices inspirados en la Apocalipsis de San Juan serán las últimas seducciones de un viaje de ensueño, en el que romanticismo y deporte se fusionan.
  Castillo de Angers. Un paseo por el casco antiguo, una visita al mercado de la Plaza Saint Pierre, y por supuesto, una parada obligatioria en el castillo de Angers para poder admirar los famosos tapices inspirados en la Apocalipsis de San Juan serán las últimas seducciones de un viaje de ensueño, en el que romanticismo y deporte se fusionan.  
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