AZAY LE RIDEAU, UNO DE LOS EXITOS DEL RENACIMIENTO. Vista lateral del castillo. Varios kilómetros de bicicleta y llegamos a orillas del río Indre, donde rodeado de vegetación se alza este majestuoso castillo paradigma del Renacimiento.   Las aguas del río prácticamente rodean la fachada de esta fortaleza, quedando reflejada en sus aguas de una manera casi simétrica.  Su historia se remonta a la época romana, siendo fundamental posteriormente, en la Edad Media dónde desempeñó un papel militar de vigilancia sobre el Valle del Indre. Balzac describió esta pequeña joya como “un diamante tallado”, engrazado en el Indre”. Un romanticismo envuelve sus alrededores, en los que es posible pasear por extensas zonas verdes colindantes, y observar como una damisela vestida para la ocasión explica a los escolares venidos de lugares remotos de Francia la historia del “Hijo del diablo”, tal y como apodaban a Rideau d’Azay, el señor feudal que poseyó el castillo en el siglo XII.