En 1560, Huatulco perdió las naves del progreso en beneficio de los muelles de su vecina Acapulco, base definitiva de los galeones que enlazarían durante siglos la Nueva España con Oriente. Huatulco se convirtió entonces, a su pesar, en una población olvidada por casi todos, con la desgraciada excepción de los piratas. En 1579, Francis Drake arrasó lo que quedaba del puerto y, en 1587, la incursión del pirata Thomas Cavendish no fue menos negativa, si bien hoy se recuerda por su contribución a la leyenda de la Cruz de Huatulco.  Cavendish ordenó que la cruz de madera que se alzaba frente al puerto de Huatulco fuera destruida. Las hachas se hicieron pedazos, las sierras perdieron sus dientes, varios cables estallaron y ni siquiera el fuego consiguió tumbar la cruz. El prodigio fue pronto considerado un milagro. ¿De dónde había surgido esa cruz? Un nuevo prodigio: los indígenas atribuían la llegada de la cruz a un hombre blanco, barbado, vestido con túnica, que había surgido del mar, con la cruz, siglos antes de la llegada de los españoles. De hecho, los aztecas habían bautizado al lugar como Cuauhtolco, que significa el lugar donde se adora el madero.  Los grandes momentos de cada fiesta difieren según la celebración (procesiones, fuegos, comidas, regalos), pero no suelen faltar el baile y la música, el ritmo de la marimba y de las orquestas, danzas con regustos prehispánicos --el combate entre el caballero Tigre y el caballero Aguila--, formas coloniales --disputas de moros y cristianos-- o elementos mágicos, como los misteriosos sones mazatecos de Huautla, el lugar de las águilas. Y tampoco faltarán vestidos multicolores, florituras, zapateados, versos picantes y el inagotable coqueteo del hombre y la mujer: la vida que se expresa y se celebra, en cada barrio, en cada ciudad y a cada poco, en Oaxaca.   Guelaguetza El Regalo de todos los Pueblos de Oaxaca Guelaguetza es una palabra zapoteca que significa regalo, ofrenda mutua. Desde tiempos ancestrales, los zapotecas han practicado la costumbre de la "Guelaguetza": el regalo como símbolo y forma de participación en la sociedad. La "Guelaguetza" acompaña ahora a la fiesta máxima de los oaxaqueños: la festividad de los Lunes del Cerro, que se celebra en la capital, Oaxaca, los dos lunes siguientes a la fiesta de la Virgen del Carmen (16 de julio), y que reúne delegaciones de todas las regiones de Oaxaca para representar, en el acto central de la fiesta, un fabuloso espectáculo de música, danza, bailes y cantos, coronado, al final, por el lanzamiento al público asistente de muestras de los productos más significativos de cada región.