En territorio oaxaqueño existe una variedad extraordinaria de estos yacimientos que se caracterizan por el brote de agua a flor de tierra ya sea de aguas termales, aguas sulfurosas frías o calientes así como de aguas calcáreas y agua dulce que en su momento pueden aprovecharse en forma óptima ya sea para las actividades agrícolas o para la explotación de actividades recreativas; algunos son conocidos ampliamente, otros menos importantes permanecen ignorados debido a su lejanía o porque la ubicación no permite un acceso fácil.  En este contexto podemos mencionar que en la entidad destacan los balnearios de origen natural que se encuentran próximos a las poblaciones que los circundan.  Entre los más famosos encontramos a los que se encuentran en la región del Istmo de Tehuantepec precisamente en Santiago Laollaga y Magdalena Tlacotepec que por ser dos veneros de agua dulce, las instalaciones han sido adaptadas plenamente para la actividad turística, otro importante es el "Balneario Atonaltzin" que cuenta con un venero de agua sulfurosa y ubicado en Tamazulapan Villa del Progreso, otros como Arroyo Blanco y Vega del Sol son parte de la desviación de aguas de un río cercano que se desprende, pero que por la ubicación y paisaje en una zona tropical son frecuentadas durante todo el año por visitantes de diferentes partes de la República. • Virgen de Guadalupe 12 de diciembre La fiesta de la Virgen de Guadalupe es de carácter religioso nacional y tiene que ver con la leyenda de la aparición de la Virgen del Tepeyac, patrona de los mexicanos. En Oaxaca, esta celebración empieza con las mañanitas a la Virgen y concluye, en la noche, después de la misa, con fuegos artificiales y puestos de antojitos.  • Virgen de la Soledad 18 de diciembre (Ciudad de Oaxaca) En los primeros años de la colonia aparece el culto de Santa María de la Soledad, patrona de la Ciudad de Oaxaca. El 18 de diciembre es día de máximo júbilo religioso, con fiesta, repiques de campanas, música, celebraciones litúrgicas y quemas de fuegos artificiales, sin faltar innumerables puestos de empanadas y nieves oaxaqueñas.