Oaxaca, capital del Estado, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, debe su fama a la belleza y armonía de su arquitectura, la riqueza de sus tradiciones culturales, la extensa variedad de su comida típica y la templada suavidad de su clima, primaveral durante todo el año. Su nombre se deriva de Huaxyácac, (la cima de los guajes, una especie de acacias; de huaxín, guajes, y yacatl, cima), nombre que aplicaron los aztecas a la cima en la que establecieron una fortaleza en 1486. Nada más al llegar a estas tierras, los españoles fundaron, junto al viejo fuerte, la nueva Villa de Antequera, y, pocos años después, volvieron a la fortaleza azteca para levantar, en la misma cima de los guajes, la que, en 1529, sería fundada, construida y habitada como Villa de Oaxaca.  • Cestería En el Valle de Oaxaca existen numerosos artesanos que continúan trabajando el carrizo verde al modo tradicional. El resultado se manifiesta en formas muy diversas --jaulas, canastos, lámparas, bomboneras, cortinas-- que concurren a los principales mercados del Estado.  • Cuchillería Los artesanos del acero de Oaxaca tienen sus propias aleaciones, cuyo secreto guardan celosamente de generación en generación. Los materiales de las cachas son huesos, conchas nácar o cuernos de venado. Algunos cuchillos llevan leyendas con sentencias, refranes, poemas o notas divertidas.