Descripción Se trata de dos impresionantes cascadas petrificadas, (carbonato de calcio) formadas, desde hace miles de años, por el escurrimiento de agua carbonatada. Desde los manantiales, el agua desciende por agrestes cantiles de más de 50 metros (160 pies) de altura.  El área de manantial que da origen a ésta, fue aprovechado para crear una gran alberca que actualmente se ha convertido en balneario natural, de agua regularmente templada.  Hierve el Agua ha sido reconocido como un probable lugar sagrado de los antiguos zapotecas, que fue situado aquí debido quizá a sus grandes contrastes naturales, pues está en el corazón de una abrupta sierra que durante el estiaje se caracteriza por su extrema aridez.  En Hierve el Agua se han dado cita numerosos arqueólogos, biólogos y geólogos, por tratarse de un sitio donde se construyó hace más de 2,500 años un complejo sistema de riego del cual aún existen importantes vestigios.  Gracias a estas investigaciones se ha logrado entender la forma de construcción y el funcionamiento de las terrazas y canales que cubren una amplia extensión en torno a la zona del anfiteatro, que es la que recibe visitantes, también se ha determinado que se trata de un antiquísimo sistema de riego, único en su tipo en México, donde los antiguos habitantes desarrollaron una agricultura intensiva orientada al máximo aprovechamiento del agua de los manantiales, en un terreno con pronunciadas pendientes.  • Talabartería La industria de las pieles curtidas en las tenerías de Ejutla y Jalatlaco llegó a exportar sus obras a medio mundo. En la actualidad, son notables las cubiertas bordadas para machetes, los arreos para monturas y la línea de complementos como petacas, carteras, cinturones o portafolios. El proceso para curar una piel lleva entre mes y medio y dos meses, y el trabajo (salado, desvinzado, amansado de las pieles con agua y alumbre, refinado, etc.) es totalmente tradicional.  • Textiles Oaxaca impacta al visitante por la calidad y originalidad de sus textiles tradicionales, trabajados en telares antiguos (algunos de ellos prehispánicos) y coloreados con tintes naturales. Los textiles están presentes en todos los mercados. Una variedad son los sarapes (pequeñas alfombras decorativas), muy típicos de la localidad de Teotitlán del Valle.