Los recursos arqueológicos del Estado de Oaxaca son muy vastos, tantos, que el Instituto Nacional de Antropología e Historia reporta a la fecha tener perfectamente localizadas 4,000 zonas arqueológicas. Así se tiene la posibilidad de visitar sitios de imponente belleza que son el origen de nuestra cultura. Sin embargo es tan amplia la fama mundial de la que gozan por lo menos dos de estos sitios arqueológicos, Monte Albán y Mitla, que con ambos ha sido posible atraer un alto número de visitantes, asimismo por su importancia destacan sitios tales como: Yagul, Lambityeco y Dainzú. Vivir en Oaxaca es una experiencia estética. Turistas y viajeros perciben rápidamente la fascinación de Oaxaca. El cielo, la luz. Se recomienda visitar Monte Albán al atardecer, cuando las piedras adquieren un tono rojizo, las nubes aceleran su paso por la montaña y aumenta la gravedad del eco producido por la disposición de los viejos templos. Arte en la naturaleza y en la ropa, la madera, el lienzo, la piedra y la comida. Y la gente, la memoria de siglos a través de la gente. Mágica Oaxaca. Según la vieja tradición mesoamericana que rinde culto a Ometéotl, el dios de la dualidad, el paraíso ya ha sido dado a los hombres, pero para conquistarlo hace falta un esfuerzo personal. A veces uno ya está dispuesto: es capaz de sentir, percibir, descubrir, lugares como Oaxaca.