A sus costas arriban cada año miles de tortugas marinas, no muy lejos de los centros turísticos de Bahías de Huatulco o Puerto Escondido, donde turistas de todo el mundo disfrutan en hoteles de superlujo de las cálidas aguas del Pacífico. Oaxaca cuenta con dos lugares declarados por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad --el Centro Histórico y la zona arqueológica de Monte Albán--, atesora riquezas prehispánicas y coloniales sin parangón en Mesoamérica, disfruta de todos los rasgos del progreso --comunicaciones, transportes, sanidad--, especialmente en su capital, y, sin embargo, aún no ha perdido ese aire de inocencia que la caracteriza, de comunidad anclada en un tiempo gozoso, que debe, sobre todo, a la fuerte presencia de sus poblaciones indígenas: dieciséis grupos étnicos que hablan más de ciento cincuenta variantes dialectales, cuidan con orgullo de sus tradiciones y modos de vida y aportan a Oaxaca pluralidad cultural y la mayor de sus riquezas: su gente.  • San Bartolomé Quialana Se llega por la Carretera Federal 190 hacia el Istmo, se desvía a la derecha en Tlacolula y pasa por el centro de la población. San Bartolomé Quialana se distingue por la belleza de sus artesanías de lana, ixtle y carrizo. La fiesta principal de la localidad se celebra el 27 de agosto y dura cuatro días.  • San Marcos Tlapazola En esta localidad se encuentra un templo del siglo XVII fundado por los dominicos. La fiesta de San Marcos, patrón del lugar, se celebra con una gran participación de toda la comunidad.