Posee cumbres de más de tres mil metros de altura (casi diez mil pies), cavernas que se encuentran entre las más profundas del mundo, playas vírgenes, selvas escondidas y valles luminosos que acogen poblaciones donde se funden, como en un crisol, las culturas de todos los pueblos que han pasado por su piel, zapotecas, mixtecos y los catorce restantes grupos étnicos que aún conservan su cultura y sus costumbres; hasta los españoles. En fin, Oaxaca es el estado más diverso de México.  Según la tradición mixteca, una persona sana es alguien que está contenta, serena, con ganas de trabajar y de comer; le brillan los ojos y no tiene inconvenientes con su familia, vecinos o autoridades. Cualquier individuo puede alcanzar tal estado de salud. Lo difícil es hacerlo lejos de Oaxaca, de los valles, las playas, los mercados, las fiestas, las lenguas, los misterios y la luz de Oaxaca. Desde hace algunos años el caudal de los grandes ríos, arroyos y aún pequeños escurrimientos se han venido aprovechando con la construcción de almacenamientos o presas cuya función principal es la de proveer de agua para el riego de las tierras para el cultivo o para la generación de energía eléctrica.  Actualmente las presas han venido ayudado a diversificar la economía de muchas poblaciones, alternando la agricultura, la ganadería, el comercio y la pesca con la actividad turística.