Volando en tandem. Parapente en Tierra Negra. Merida. Venezuela. Esa misma tarde salgo del centro de Mérida después de comer. La idea es hacer parapente en una montaña cercana. Después de 45 minutos de tortuoso recorrido, por fin habíamos llegado a Las González o al lugar más comúnmente llamado Tierra Negra. Nadie supo explicarme el porqué de este nombre, pero la cuestión es que la tierra no era ni mucho menos de color negra, sino de un tono rojo cobrizo que contrastaba enormemente con el azul electrizante del cielo. Nos encontrábamos en una enorme planicie a 1700 metros sobre el nivel del mar con unas fabulosas vistas del valle y del río Chama.   Al ser un ala flexible de entre 22 y 31m², la turbulencia y sobre todo la cizalladura pueden producir plegadas deformando el perfil alar, perdiendo así parte de su capacidad de sustentación y entrando en distintas configuraciones de vuelo: plegadas asimétricas o frontales, autorrotación, barrena, etc. Si la incidencia se produce a una altura suficiente, normalmente se podrá volver a la configuración natural de vuelo, pero si no es así, se tiene como último recurso hacer uso de un paracaídas muy básico para un caso de emergencia que rara vez se presenta. Una parte de la formación de un piloto de parapente es justamente el aprendizaje del control del parapente en incidentes en vuelo. Este tipo de curso se llama SIV (Simulación de Incidentes en Vuelo). En este curso el piloto aprenderá a controlar el parapente frente a una incidencia, a hacer maniobras de utilidad (barrenas, pérdidas) y a la correcta utilización del paracaídas de emergencia. Este tipo de cursos se realizan encima del agua para mayor seguridad en caso de tener que utilizar el paracaídas de emergencia con la presencia de una lancha de rescate.