Algunos aficionados se acercan para ver volar los parapentes.  Parapente en Tierra Negra.  Venezuela. Esa misma tarde salgo del centro de Mérida después de comer. La idea es hacer parapente en una montaña cercana. Después de 45 minutos de tortuoso recorrido, por fin habíamos llegado a Las González o al lugar más comúnmente llamado Tierra Negra. Nadie supo explicarme el porqué de este nombre, pero la cuestión es que la tierra no era ni mucho menos de color negra, sino de un tono rojo cobrizo que contrastaba enormemente con el azul electrizante del cielo. Nos encontrábamos en una enorme planicie a 1700 metros sobre el nivel del mar con unas fabulosas vistas del valle y del río Chama.   El rango máximo y mínimo de velocidades relativas para un modelo de parapente intermedio es: Velocidad máxima: 50 kilómetros/hora. Velocidad mínima: 24 km/h, un parapente de competición puede superar los 60 kilómetros/hora y una relación de planeo, o "fineza" de 10:1, es decir, que por cada 10 metros relativos de aire que avanza se desciende uno (debemos pensar que estando en el aíre, la velocidad en este caso siempre será relativa a la fuerza y dirección del viento, y no confundir con la velocidad real a la tierra GPS). Se trata de poder despegar, volar y aterrizar con un ala flexible por los propios medios del piloto, es decir; a pie. El ideal sería desde una ladera no muy inclinada y encarada a un viento moderado de unos 10-20 km/h, o menos aún si se pretende volar cerca de la costa, ya que el aire tendrá una mayor densidad allí debido a unas presiones atmosféricas y humedades relativas más elevadas. Después el piloto se sentará cómodamente en una silla o arnés, unidos a las bandas de suspentaje mediante dos mosquetones.