En un principio los habitantes de la región habían subsistido gracias a las actividades agrícolas como el cultivo de almendros, erguén, palmeras, trigo y cebada, pero el escaso beneficio de éstas trajo consigo que muchas personas emigraran en busca de un mejor futuro. Hoy el panorama es algo más alentador ya que el turismo se ha incrementado considerablemente haciendo que la economía local comience a recuperarse lentamente. Las montañas y los valles se motean con el verde de los arganes, que dominan el paisaje montañoso, salpicado también de pequeñas aldeas de piedra, muchas de ellas abandonadas (foto drcha.).- El más impresionante de todos estos pueblos es, a mi modo de ver, Tissergane -en algunas guias figura como Imouzgane- (a 115 km. de agadir y 50 de Tafraoute), auténtico nido de águilas amurallado en la cima de un cerro (foto inferior).- El acceso es a pié, por una empinada escalera que nos lleva hacia la única entrada que franquea la muralla (en breve tendrá entrada propia).- Tras cruzar el Tizi-n-Tarkatine, entramos en la vertiente Sur del Jbel Leskt, bajando hacia el fondo del valle, donde los pueblos se van sucediendo, entre cultivos, almendros y olivos, hasta llegar a Tafraoute.- Son un total de 165 km., debiendo calcular un mínimo de 4 horas, y rezando para que no nos pille algún autobús delante, ya que una vez entrados en el Anti Atlas, la carretera es estrecha y sinuosa, sin muchas opciones de adelantamientos claros.