Essaouira. La labor que desempeñan estos pescadores, es un trabajo manual, casi artesanal, en unas condiciones muy complicadas. Porque el Océano Atlántico no recibe precisamente con una sonrisa a quienes en él se adentran a despojarle de sus alegres y sabrosos habitantes. En pequeños cascarones, bajo un sol abrasador y una sal marina que ante la ausencia de cualquier protección siempre se cobra su factura en forma de llagas que curten la piel y también el alma. Verles trabajar es un placer para la vista. No se azuzan entre ellos ni conocen la prisa, pero cada uno tiene su papel que desempeñan con esmero y todos juntos parecen una gran familia donde los pescados de la mar son sus primos hermanos y las gaviotas su animal de compañía. Tafraoute. aquí son famosos los artesanos de babuchas de piel y creerme que de este pequeño pueblo salen las miles de babuchas que luego ves por el resto del país., por supuesto, de allí nos trajimos unos pares, saber que las babuchas de color amarillo son las que llevan los hombres y las amarillas las mujeres.  El color de esta población es rojizo y ello se debe a que está rodeado de montañas de granito rojo, es una zona preciosa para el senderismo.  En los alrededores de Tafraoute tenemos las famosas rocas pintadas, son rocas a las que accedes fácilmente y pintada de colores llamativos, como rosa, azul, verde, morado y desde allí subiendo un puerto de montaña se llega a un oasis, lleno de palmeras que se llama Äit Mansour, todo esto que os cuento os lo enseño en fotos.  Los accesos a Tafraoute son complicados el pueblo está rodeado de montañas, adentrado en un valle y las carreteras son estrechas.