CAN TUNIS BARCELONA DRUGS. Dos usuarios desesperados por la droga junto al puerto de Barcelona en Can Tunis. Estamos en la parada de la Ramblas, delante de Canaletas, estamos Sergi, yo y un usuario. Llega el autobús nº 38, pero no se detiene, nos ha visto, ¡claro que nos ha visto!, pero ha pasado de largo y de nosotros. Saltamos los tres a un taxi, y emprendemos la persecución del autobús, Ramblas abajo. Es inútil pretender que el taxista nos lleve a Cam Tunis, porque los taxis de Barcelona, van a casi todas partes, menos a una, precisamente a esta a Can Tunis. Saltamos a tiempo del taxi, y nos abalanzamos sobre el autobús al final de las Ramblas. El usuario quiere pagar su parte proporcional del taxi, pero le invitamos. La visión sobrecoge el animo. Es como un autobús del sur de los Estados Unidos, en plena época de la descriminación racial. En la parte delantera van las personas digamos que  normales, los que han pagado billete, donde irían los blancos.  Detrás los usuarios, y nosotros con ellos, a quien la compañía tiene la gentileza de no cobrarles el billete, es todo un detalle. En medio separando ambos mundo, están los guardias de seguridad, con su aspecto inevitable de skin heads, pelo raspado, gafas de sol aunque llueva. Es lo más parecido que he visto en mi vida, a los vagones de tren en que se transportaban a los deportados hacia los campos de exterminio en la Alemania nazi. Hay un olor penetrante a humanidad, un aroma poco embriagador que lo invade todo, que impregna hasta el cabello y la ropa, igual que si hubieran fumado en un recinto cerrado.  Están allá sentados, apenas hablan entre ellos, mirando fijamente hacia el frente, seguros de encontrar su destino. Ajenos al paisaje que transcurre junto a ellos, y el azul imperioso del mar Mediterráneo. Tienen una cita con la muerte, mientras los pasajeros de la parte delantera, no giran nunca la cabeza. Los “guardias de seguridad” proceden a su recuento, a nuestro recuento, como sí fuéramos cabezas de ganado y apuntan en un papel el resultado. El viaje ha acabado.