Granos de café molidos junto a otros que todavía no han sido tostados en el Eje Cafetero.  El Eje Cafetero no sólo es el sitio donde se produce la mitad del exquisito café colombiano, sino que es también el segundo destino turístico de Colombia, después de la costa Atlántica. Los tres departamentos que lo integran —Caldas, Risaralda y Quindío— componen una ecoregión ondulada por hermosas montañas verdes, en la que los cafetales están apenas salpicados por sencillos hospedajes e interesantes lugares recreativos.  Cerca de 300 fincas ofrecen alojamiento en el área. Muchas se encuentran en operación, y varias han recibido una distinción del Club de Haciendas del Café: uno o dos granos que hacen las veces de estrellas. Algunas conservan las fachadas coloniales y ofrecen paseos por sus sembradíos de café y de otros frutos, que después se transforman en exquisitos platillos y jugos naturales.  La naturaleza parece infinita hasta que una u otra población obstruye la perspectiva. Esas trabas son, respectivamente: Manizales, centro de la academia y la cultura; Pereira, dueña del comercio y del entretenimiento nocturno; y Quindío, destino principal de la zona por su énfasis turístico y ambiental. Por Quindío vamos a comenzar, pues ahí están los parques temáticos del café y de la cultura agropecuaria, la promesa infalible de diversión.