Estatuas de algunas de las deidades en el interior del monasterio de Pelkhor Chode. Gyantse. Aparte de la “normalidad” que pueda suponer una ciudad tibetana para el viajero, destacan dos complejos como los puntos turísticos clave del lugar. El Monasterio de Pelkhor Chode y la fortaleza o el Dzong . El primero es un nuevo conjunto de edificios en el interior de una muralla con un ambiente parecido al monasterio de Drepung, es decir, sus animales campando, la devoción o superstición de peregrinos y locales, los monjes budistas, la manteca de yak y las capillas llenas de budas. Destaca un edificio, stupa , en medio del complejo desde el que se tiene una visión amplia de la parte más antigua (y de estilo más auténtico) de Gyantse y cuyas capillas albergan relieves de los guardianes de Buda