El tren que llega hasta Lhasa inagurado en el 2006, pasa junto al Monte Nyenchen Tanglha de 7111 metros de altura. Hacer un viaje en tren desde Pekín o Shanghai a Lhasa, en el Tibet, es uno de esos sueños que puede tener cualquier viajero. Alrededor del caballo hay veinte mantras, poderosas emisiones de sonidos, cada uno dedicado a una deidad en particular. La idea es que al pasar el viento sobre la superficie de las banderas, el aire es purificado, santificado y dulcificado por los mantras. Esta bendición recae sobre todos los seres del vecindario.