L’Esprit des Lieux, una de las tiendas donde encontrar cualquier clase de souvenir en Montpellier. En las mismas calles de piedra hay elegantes mansiones del siglo XVII, que comparten el espacio con algunos caprichos modernos: ropa de viejo o de Christian Lacroix; galerías de arte y salones de belleza; pastelerías, bares con música electrónica. Las calles oscuras desembocan muchas veces en arboladas plazas, como la Place Candolle, o en lujosas avenidas, como la Fosh. A pocos metros, en lo alto de la ciudad, el Peyrou es un pequeño jardín de Versailles, de tres hectáreas, donde Luis XIV afirmó su poder real, colocando en el centro una estatua con su cara y su arco del triunfo. Detrás del Rey Sol, una gigante fuente se alimenta del agua que transporta el acueducto Saint Clement (14 kilómetros de largo), de inspiración romana y gran belleza.