Jardines en el interior del Hotel Haguenot. Este hotel es una folie, es decir una casa comprada en el siglo XVIII por una familia rica. En la época, las folies se encontraban en el campo. El desarrollo urbanístico ha hecho que hayan terminado en el corazón de la ciudad. En el siglo XVIII, período de gran prosperidad, Montpellier albergaba los principales órganos administrativos (Estados de Languedoc, Tribunal de Cuentas, la Bolsa...). Esta circunstancia permitía a la nobleza y la burguesía construir grandes casas urbanas en Montpellier, así como pequeñas casas señoriales en los alrededores, «follies», ubicadas en medio de jardines con arboledas, que competían entre sí en refinamiento y estilo arquitectónico. Eran viviendas de planta generalmente rectangular, con líneas sobrias ornamentadas con esculturas. Los jardines es extendían desde la casa en terrazas superpuestas, adornados con estatuas y estanques. La más original fue el château de Flaugergues, pero también merecen una visita los chateaux de Mogère y Mosson. Sus monumentales fuentes, acueductos y jardines llenan de frescor las mañanas de verano.