Callejuelas del casco antiguo de Montpellier.  El origen del nombre Montpellier es un gran misterio y objeto de varias querellas entre expertos. Existen varias versiones: Mons Pessulanus, el monte pelado; Mont Puellarum, el monte de las doncellas; Mont Petrarium, el monte de las piedras; Mont Pistillarius, el monte de las especies. La más probable es Monte Pestelario, apelación encontrada en un acto municipal del año 985. Aparecida alrededor del año 980, la ciudad de Montpellier se convierte en un punto de encuentro e intercambio entre las culturas occitana, cristiana, judía y musulmana, y su vocación universitaria se confirma inmediatamente. Es gracias a la dinastía señorial de los Guilhem que el Monte Pestelario, es decir Montpellier, nace. En el siglo XI, no es más que una pequeña ciudad provincial con un castillo y una iglesia. En 1180 el Señor de Montpellier Guilhem VII otorga a quien quiera el derecho de ejercer y enseñar la medicina. En el siglo XIII se edifica la muralla de la ciudad, se pone en circulación una moneda y se construyen tres universidades: una de medicina, una de derecho y una de arte. La escuela de medicina de Montpellier se convierte oficialmente en la más antigua del mundo occidental. Sus enseñanzas están basadas en los autores antiguos, que volvieron a ser paulatinamente descubiertos gracias a traducciones del árabe. Sin embargo, no existe todavía un lugar físico para la enseñanza, así que los profesores enseñan a domicilio.