Una portería del casco antiguo de Montpellier.  En otra época en estos edificios vivieron personales ilustres. A partir del siglo XII, la reputación de Montpellier y sobre todo su arte de curar llega hacia los confines de Europa, atrayendo numerosos personajes: médicos, poetas, filósofos, cuyos nombres marcaron la historia y cuyos rostros pueden ser todavía admirados en el vestuario de la actual Universidad de Medicina. Podemos citar a Arnau de Vilanova, Nostradamus, François de Lapeyronie, François Rabelais y Ramón Llull.Ramón Llull, alquimista, médico, teólogo y místico mallorquín, muy célebre durante la Edad Media, eligió Montpellier para estudiar medicina. Fue la ciudad que más visitó a lo largo de su vida y la influencia de aquella floreciente escuela se refleja en sus obras médicas sobre problemas de tipo farmacológico. Hoy en día, el Monte Pestelario rinde homenaje a este ilustre sabio dedicándole una calle «Rue Ramon Llull». Aunque el mallorquín ha pasado a la historia universal por su literatura mística, fueron varias las aportaciones que hizo a la ciencia médica de su época.Jacques Coeur hizo su aparición en Montpellier alrededor del año 1432, náufrago de un barco que volvía de Egipto. Su llegada a una ciudad entonces devastada por la peste y viviendo uno de sus periodos históricos más oscuros, se consideró como un bálsamo suave. Tesorero del rey Carlos VII, armador de Montpellier, Jacques Coeur se convirtió en su ilustre benefactor desarrollando muy favorablemente el comercio, no sólo en el Mediterráneo, sino también hacia los países árabes (venta de especies, azúcar, algodón, seda). Hoy en día, esta bella ciudad le debe la creación de un barrio mercantil y sus almacenes denominados La Grande Loge des Marchands. Los pueblos antiguos tales como Egipto, Grecia, Roma disponían de importantes instituciones docentes. Sin embargo, el concepto de Universidad se constituyó durante la Edad Media y se puede considerar como una rama evolutiva de los colegios y academias de enseñanza superior. En Europa existen varias universidades muy antiguas como la de Alcalá, Salamanca, Oxford, Cambridge, Paris, Bonn y otras. Sus métodos y su organización han ido evolucionando a lo largo de los siglos. Los estudiantes de nuestra era tienen más privilegios: pueden estudiar en universidades extranjeras y así vivir intercambios culturales y lingüísticos y experiencias muy interesantes. La educación no sólo juega un papel fundamental en el ámbito académico, sino sobre todo a nivel humano, enriqueciendo el jardín interior del hombre otorgándole y más tolerancia y más capacidad de entender a los demás hombres.