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MARRUECOS

Tafraoute, acurrucada en el valle de Ameln al Sur de Marruecos, es una encantadora y tranquila ciudad bereber famosa por sus almendros y su aceite de argan, que ofrece al turista un inmenso abanico de colores y sabores. Clicar la foto para ver el resto de fotos

 

TAFRAOUTE, UNA TRANQUILA POBLACIÓN BEREBER ENCLAVADA EN EL CORAZON DEL ANTI ATLAS

Tafraoute, acurrucada en el valle de Ameln al Sur de Marruecos, es una encantadora y tranquila ciudad bereber famosa por sus almendros y su aceite de argan, que ofrece al turista un inmenso abanico de colores y sabores.

Por Sergi Reboredo (texto y fotos).

La ciudad de Tafraoute, ubicada en una cuenca rodeada de formaciones rocosas y escarpes de tonos rosáceos, es el punto de partida perfecto para explorar los pueblos berebers cercanos.
La carretera que lleva hasta el pueblo costero de Agadir, sin ir mas lejos, está salpicada de muchísimos pueblos berberes, de los que algunos permanecen casi deshabitados.

En un principio los habitantes de la región habían subsistido gracias a las actividades agrícolas como el cultivo de almendros, erguén, palmeras, trigo y cebada, pero el escaso beneficio de éstas trajo consigo que muchas personas emigraran en busca de un mejor futuro. Hoy el panorama es algo más alentador ya que el turismo se ha incrementado considerablemente haciendo que la economía local comience a recuperarse lentamente.

Los bereberes, y sus construcciones.
Los bereberes constituyen un 40% de la población de Marruecos. Su lengua es el bereber, una rama de la familia lingüística afroasiática y comprende unos 300 dialectos estrechamente emparentados. Se trata sobretodo de una lengua hablada, ya que rara vez se utiliza para escribir.

Las típicas construcciones bereberes edificadas con ladrillos de adobe y tejados planos apenas han variado a lo largo de los siglos. Las viviendas, ubicadas en las montañas del Atlas, se levantan a una altura de tres o cuatro plantas dependiendo del número de personas que compongan la familia.

Estas edificaciones, a pesar de su apariencia de fragilidad, se han mantenido en pie durante muchísimos siglos, habiendo pasado por penurias de todo tipo: epidemias, hambrunas, ataques enemigos... Durante estos periodos algunas familias abandonaban los poblados para refugiarse en las montañas y volver a ocupar sus viviendas en tiempos más indulgentes.

Las Rocas Pintadas, arte en plena naturaleza.

A pocos kilómetros de Tafraoute, en Agarrad-Oudad, se encuentra una zona rocosa célebre por sus rocas pintadas en tonos azules y rojos. Estas piedras tan coloristas no son obra de la naturaleza, sino del artista belga Jean Veran.

Pintadas en 1984, son aún hoy en día motivo de devoción entre los turistas que se acercan a contemplarlas, aunque el paso del tiempo ha provocado el deterioro de la pintura, así como la pérdida de saturación de los colores.

No era la primera experiencia en este tipo de arte paisajístico, ya que Veran había realizado trabajos similares en el desierto del Sinaí, en Egipto. En primera instancia, seleccionaba las rocas por su superficie suave y redondeada, y, posteriormente, las pintaba a pistola en contrastados tonos añiles y granas.

Artesanía a buen precio.

En el centro del pueblo se encuentran varias tiendas regentadas por berebers y repletas de multitud de souvenirs, antigüedades, arte, ropa y todo un amplio abanico de objetos elaborados a mano. Una de estas tiendas es La Maison Touareg, que se encuentra cerca del Zoco, y en ella podemos encontrar infinidad de alfombras para todos los bolsillos.

El mercado del centro urbano es el mejor lugar para comprar las típicas babuchas de piel. No suelen costar más de 60 dirhams, y sus colores son amarillo par los hombres y rojas para las mujeres.

En las tiendas del Zoco las mujeres se reúnen en la mañana para vender sus mercancías, entre las que destacan el aceite de oliva y de erguén, especias, ropa, frutas, verduras y quesos.

Tafraoute.
Geografía

La tranquila población de Tafraoute está situada a unos 80 kilómetros en el interior de la costa atlántica, al Suroeste de Marruecos. Ubicada detrás del fascinante valle de Ameln, limita al Noreste con el Anti Atlas, al Norte y Oeste con el Parque Nacional de Sous-Massa.
Cómo llegar
Las principales compañías de autobuses parten de Sharia al-Jeish al-Malaki. Entre sus destinos más importantes figuran: Casablanca (14 horas), Rabat (16 horas), Tiznit (3 horas), Agadir (5 horas) y Marrakech (10 horas). Dos autobuses locales tienen salidas hacia Tiznit a las 4:00 y a las 7:00. Marruecos cuenta con un sistema de autobuses rápido y económico que conecta las principales urbes así como una compañía aérea, Air Maroc, que ofrece vuelos internos entre las principales ciudades del país. La línea férrea sólo cubre la parte norte del país.
Pequeños consejos
Papeleo

Para entrar a Marruecos se necesita un pasaporte en regla con una validez de seis meses.
Clima
La Ciudad de Tafraoute posee un clima cálido y suave casi todo el año, pudiendo resultar muy caluroso en verano, donde los termómetros alcanzan en ocasiones los 40 ºC. Esta circunstancia suele producirse cuando sopla el viento del Sáhara, llamado siroco o chergui. Normalmente las temperaturas se mantienen entorno a los 20-30 ºC, inclusive en invierno. Las lluvias se caracterizan por estar presentes en los meses de Noviembre a Enero, aunque suelen ser de escasa importancia. Estas lluvias suelen ser breves por lo que el sol está garantizado casi todos los días del año.
Moneda
La moneda oficial es el Dirham (Dr) que a su vez se divide en céntimos. Existen monedas de 1, 2, 5, y 10 dirhams, así como de 10, 20, y 50 céntimos. El billete de mayor valor es de 200 dirhams. Un euro equivale a 10,84 Dr. Existe la posibilidad de cambiar dinero en bancos y casas de cambio. También se pueden pagar en los hoteles o sacar dinero con las tarjetas de crédito Visa y Mastercard.

Ropa
Es aconsejable llevar prendas de lino y algodón, calzado cómodo y transpirable para las visitas turísticas y vestir algo más formal si se piensa salir por las noches. Imprescindible crema bronceadora y un gorro para protegernos del sol.

Gastronomía
La diversidad gastronómica está servida. Existe una gran variedad de comidas marroquíes que reflejan la riqueza de la herencia cultural. Muchos de estos platos son de influencia bereber. Los platos marroquíes más populares son el cuscús, el tajine (guiso de carne y verduras) y la harira (sopa de lentejas picante), y los podemos degustar en los restaurantes más lujosos así como en los hogares de cualquier marroquí. La comida principal es el almuerzo y los menús suelen estar escritos en francés y en árabe.

 

La cocina marroquí, dominada por un abanico de sabores al combinar sabiamente muchísimas especies, es la influencia de diversas culturas que a lo largo de varios siglos han marcado ese toque único, refinado y sabroso que le confiere estar entre una de las mejores cocinas del mundo árabe.

 

GASTRONOMÍA

COCINA MARROQUÍ, DE LAS MEJORES ENTRE EL MUNDO ÁRABE.

La cocina marroquí, dominada por un abanico de sabores al combinar sabiamente muchísimas especies, es la influencia de diversas culturas que a lo largo de varios siglos han marcado ese toque único, refinado y sabroso que le confiere estar entre una de las mejores cocinas del mundo árabe.
Por Sergi Reboredo (texto y fotos).

Es el resultado de influencias árabes y sobretodo bereberes, aunque otras culturas en menor parte como la judía y la cristiana también han puesto su granito de arena. Estas combinaciones mediterráneas, orientales y africanas hacen que la cocina marroquí sea un deleite para el paladar, creando platos típicamente orientales con un toque mediterráneo.

Los moros fueron los que introdujeron alimentos hispánicos como las aceitunas, el aceite de oliva, las nueces, las frutas y las hiervas aromáticas; y los árabes los que trajeron todas las especias de la zona que ocupa hoy Indonesia.

Tanto en los puestos callejeros como en los restaurantes más prestigiosos se aprecia a primera vista un mundo de sensaciones, armonía y sabor dominando un amplio abanico de colores que decoran la presentación de los platos. Frescos y aromáticos son un deleite tanto para la vista como para el paladar.

La cocina marroquí se caracteriza por ser muy especiada y mezclar constantemente sabores dulces y salados aderezados por una sabia dosis de especias. Sus copiosos y refinados platos se elaboran a partir de numerosos ingredientes de primera calidad entre los que se encuentra la carne, el pescado fresco, las verduras, las legumbres, y los frutos secos.

Las ensaladas también son parte importante en la gastronomía marroquí. Son muy variadas y se sirven individualmente en pequeños platos por separado o bien como acompañante de guisos y carnes. Se componen habitualmente de hortalizas frescas hechas a la brasa o bien guisadas.

Sabrosos y típicos platos marroquíes.

Uno de los platos más conocidos en el mundo entero cuando hablamos de Marruecos es el "couscous", de origen bereber. Su base, de deliciosa sémola de trigo, se puede combinar con carne, pasas, verduras y un amplio surtido de especias. Al estilo tradicional se sirve en un gran plato del que comen varias personas llevándoselo directamente a la boca con la mano derecha sin usar ningún tipo de cubierto.

La harira es otra de las delicias gastronómicas del país. Se trata de una sopa espesa, reconfortante y nutritiva elaborada a partir de carne, garbanzos, lentejas, cebolla, tomate, apio y especies. A la hora de servir se suele acompañar de dátiles y durante el mes de Ramadán y en los meses más fríos del año funciona como reconstituyente del cuerpo gracias a su elevado aporte de calorías.

El tayin también es un plato que goza de mucha aceptación. Consiste en estofado de carne que se suele acompañar de frutas y hortalizas y cuya preparación varia dependiendo de las diferentes regiones del país. Así pues, podemos encontrar el tayin de pollo con limón confitado y olivas, el tayin de vaca con ciruelas pasas y sesamo, y otros más atrevidos de sabor agridulce, sin olvidarnos los tayines de pescado elaborados a fuego lento en su propia fuente de barro llamada tayinera.

El pollo es uno de los protagonistas de muchos de los exquisitos platos marroquíes. En la mayoría de puestos callejeros se sirve cocinado al curry con una guarnición de arroz o cuscús, pero también está presente en otros platos como la bastila, una especie de empanada agridulce de origen andalusí, rellena de pollo, huevo almendras y canela.

También es típico el "mechoui", un cordero entero asado al horno y cuya preparación corresponde única y exclusivamente a los hombres, y las brochetas o pinchos morunos que se sirven en los puestos callejeros y los mercados.

Especies y aromas.

Hoy en día el uso de especies constituye un elemento primordial y característico de la cocina marroquí. La más utilizada de las especias en Marruecos es la pimienta negra, que se utiliza en muchísimos platos, pero tampoco nos podemos olvidar del azafrán, canela, jengibre, ajonjolí, comino, cardamomo, anís, perejil y cilantro.

El comino es la reina de las especias en Marruecos. Se utiliza sobretodo en carnes y su característico aroma invade todos los puestos callejeros donde se asan las "brochette". Es un ingrediente muy antiguo y aromático, que también se utiliza en la India y que se puede encontrar o bien entero o en polvo aunque una vez molido tiende a perder sabor y aroma.

La cocina marroquí también utiliza otros ingredientes como los limones en conserva para los platos de pollo, el agua de azahar y la "harissa", un condimento de sabor fuerte y picante que se compone básicamente de guindillas rojas secas, pimienta de Cayena, aceite de oliva y ajo.
El té, a todas horas siempre apunto.
El té es la bebida nacional y está presente en casi todas las comidas del día. Elaborado a partir de té verde mezclado con hierbabuena y azúcar se sirve a todas horas del día, tanto para comenzar el día como después de los postres de la cena. Algunas personas añaden a la hierbabuena hierba luisa, mejorana, geranio aromático o azahar pero siempre con una buena dosis de azúcar.

El té también se utiliza como símbolo de bienvenida y nunca hay que rechazar su ofrecimiento. Algunos se refieren al té como "whisky marroquí" y según dicen la primera taza es amarga como la vida; la segunda es dulce como el amor y la tercera suave como la muerte.

La repostería, dulce como la miel.

Los platos de repostería marroquí se basan sobretodo en hojaldres acompañados de miel, almendras, pistachos nueces, coco o sésamo y aromatizados con agua de azahar o de rosas.

Están inspirados en antiguas recetas orientales e hispano-musulmanas y constituyen siempre un plato deliciosamente apetecible.

El "beghrir" es uno de los postres que no hay que pasar por alto. Se trata de crepes de nido de abeja acompañados de mantequilla fundida y miel. El "bstila" es un hojaldre con leche de almendras y los "feggas" pastelitos con almendras y uvas.

 

El "beghrir" es uno de los postres que no hay que pasar por alto. Se trata de crepes de nido de abeja acompañados de mantequilla fundida y miel. El "bstila" es un hojaldre con leche de almendras y los "feggas" pastelitos con almendras y uvas.