Han pasado casi una hora y media y es el momento de tomar tierra. No tengo ganas de descender, juro que me quedaría horas y horas imitando el vuelo de las aves en ese poético cielo. Comenzamos a perder altura poco a poco, sin prisas. Un prado verde primaveral en las inmediaciones de Sanavastre es el escenario del aterrizaje. La cesta golpea suavemente en la hierva. Todo ha terminado. El sueño se ha esfumado en pocos instantes. Ahora ya sólo queda el recuerdo de las fotos para inmortalizar la experiencia vivida.  Acceso al parque. Podemos llegar por la C-16 hasta Bagá, donde se encuentra la boca sur del túnel del Cadí, pasado el cual se accede a la Cerdanya. Otra opción es coger la línea de tren que une Barcelona con Puigcerdà o la línea de autobuses Barcelona-Andorra.