Algunos monos narigudos sobre la copa de los árboles en el río Kinabatangan. Esto nos lleva al siguiente punto: el trayecto entre Kuching y el parque nacional de Bako. De nuevo, surge la posibilidad de tomárselo con calma y ahorrar dinero (cogiendo el autobús número 6) o pagar más para llegar antes (subiéndose a alguna de las furgonetas que hay en la plaza desde donde sale el autobús). Bien sea en autobús o en furgoneta, el objetivo es llegar al pueblo de Bako (Kampung Bako). Una vez allí, hay que dirigirse al muelle (no tiene pérdida) y comprar los billetes del barco que te llevará hasta el parque nacional. Un dato que ningún malayo te dará y que es importante tener en cuenta: muchas veces el barco no logra llegar hasta el muelle del parque nacional porque la marea está demasiado baja. Eso implica dos cosas: tendrás que caminar con las piernas metidas en el agua y tendrás que llevar tu mochila/maleta/bolsa encima. El consejo es por tanto llevar la mochila muy bien hecha (y sin cosas sueltas) y estar preparado para meter los pies en el agua (calzado que se puedan mojar y que no se salga: prohibido chancletas). Como muchos viajeros te dirán, el desembarco es una de las experiencias maravillosas que tiene Bako. En el estado malayo de Sabah, al norte de la isla de Borneo, se encuentra una de las junglas más antiguas y mejor preservadas del planeta, a pesar de la atroz deforestación producida por la industria maderera. Actualmente, es considerada uno de los mejores sitio para la observación de la fauna del sudeste asiático, en especial de algunos primates como los monos narigudos (Nasalis larvatus), los gibones de Mueller o de Borneo (Hylobates muelleri) o el langur rojo (Presbytis rubicunda), también se pueden ver rinocerontes de Sumatra, elefantes asiáticos y orangutanes Una de las mejores formas de recorrer el sitio es seguir el curso del río Kinabatangan, el cual es el segundo río más largo de Malasia, con una longitud de 560 kilómetros, desde su nacimiento en las montañas del suroeste de Sabah hasta su desembocadura en el mar de Sulu, al este de Sandakan. Además de poder observar su fauna impresionante, cabe destacar sus impresionantes cuevas de piedra caliza de Gomantong, y su gran variedad de bosques y manglares.