El templo más venerado de todo Bali es Besakih (abierto a diario; 0,31 E), un importante complejo arquitectónico (23 templos y 170 santuarios) enclavado en las laderas del volcán Gunung Agung, que es la montaña más alta y sagrada de la isla. Evidentemente está en la ruta de todos los grupos de turistas, y por tanto es uno de los lugares más asediados por los moscones (guías, vendedores, guardianes, vagos, etc). Visítalo muy temprano, para evitar tanto a unos como a otros. Los balineses creen que los dioses, cuando descienden a la Tierra residen en Besakih, por lo que aquí siempre hay celebraciones. En la vertiente meridional del volcán, junto a la carretera que va de Selat a Amlapura, y en la que desciende hacia Klungkung, hay unos arrozales preciosos. La pendiente de la montaña complica la vida a los agricultores y obliga a crear un complejísimo sistema de terrazas y canales de irrigación. Iseh y Sidemen son dos aldeas desde las que puedes explorar este paisaje tallado por el hombre con mano maestra. Ya atrajo a algunos de los principales pintores europeos que se instalaron en Bali. Si sigues hacia el norte llegarás a la costa, donde hay varios lugares de interés. Tulamben atrae a los submarinistas que quieren bucear entre los restos del Liberty, un barco hundido junto a la costa. Está a muy poca profundidad, por lo que lo podrás ver aunque no sepas bucear con botellas. Entre Amed y Aas hay una serie de playas con numerosos hoteles y centros de inmersión; las zona se está convirtiendo en un centro playero alternativo a los más grandes del sur de la isla. Si continúas hacia el sur por la costa atravesarás una región extremadamente seca, completamente diferente de la imagen típica de Bali. A continuación está Candi Dasa –un pueblo de pescadores convertido en centro playero–, Padang Bai, de donde salen los barcos hacia Lombok, y Goa Lawah, un templo junto al mar con vendedores pesadísimos.A orillas del lago se encuentra Trunyan, una aldea habitada por los bali-aga, los primigenios habitantes de la isla. Algunas de sus costumbres son bastante chocantes –sobre todo el culto a los muertos– por lo que reciben bastantes visitantes. En el caso de que te interese el tema debes ir en barco (20 E por bote) desde Kedisan y estar dispuesto a dar donaciones a cada paso.