Todos los años, miles de haitianos acuden a la cuenca de una cascada sagrada para descansar y rezar por un futuro mejor. Cada julio, miles de haitianos se dirigen a Saut d’Eau, cascada situada 60 kilómetros al norte de Puerto Príncipe, en el peregrinaje más importante de la religión vudú de este país caribeño, según explicaba el diario mexicano La Jornada. Llegan después de muchas horas de camino a pie, en burros o en tap tap –autobuses coloradísimos y típicos– en busca de buena suerte y beneficios. En el país más pobre de América, el costo de este viaje puede significar días o meses de trabajo, sacrificio que será recompensado por las bendiciones que llegarán a los peregrinos al bañarse en las aguas místicas de la cascada de Saut d’Eau (salto de agua, en francés), en Ville Bonheur, departamento del Centro.