En la isla de Gili Meno no existe el transporte motorizado y los únicos medios para desplazarse de un lado a otro de la isla son la bicicleta y los carros tirados por caballos. Es habitual realizar un tour por la isla en estos carromatos. Además del alcohol y las drogas, están las setas mágicas, legales en estas islas (a falta de policía en la isla que se haga cargo de todo este desastre). Si sucede lo que sucede con el alcohol, no quiero ni pensar qué sucede con las setas. Lo que si se es que hay dos clínicas en las islas (una local con 2 enfermeras, y otra privada con 1 médico), que se pasan el día entero solucionando problemas de higado, e infecciones de oidos. Comentar a este respecto, que hace un par de años unas 28 pesonas murieron de envenenamiento por consumo de alcohol local: Arak y licor de Palma, ya que la destilería local pensó que si le añadía metanol al licor, eso daría un “punch” etílico a las masas occidentales. El mismo concepto de licor dejó a un occidental habitante de la isla literalmente ciego hace 6 meses. Pero los problemas “de higado” no son los únicos de la isla. Si bien no hay Malaria, lo que si suele haber son epidemias de Dengue, traspasadas por picadura de mosquito, y que en su versión breve causan fiebres altas, dolores en articulaciones, y malestar general durante al menos 5-6 días.