Bullicioso, alegre y orgulloso de mostrarte sus encantos. Vietnam, uno de los pocos países comunistas que quedan en el mundo, lleva pocos años abierto al turismo, así que está   ansioso de mostrarte sus maravillas. Aquí el turismo aún no es masivo y todavía   quedan rincones casi intactos, aunque la construcción de resorts de lujo en las   playas crece a velocidades vertiginosas.
                Vietnam ya no es sólo arrozales, minas antipersona y comidas exóticas.   También lo es los paseos en barco por el paisaje, casi irreal, de la bahía de   Halong, las largas playas de agua turquesa de sus casi 3.500 km de costa o las   coloridas tribus de las montañas del norte. Por supuesto, la guerra sigue   pesando en la memoria. Pero en vez de mirar hacia atrás con rencor, los   vietnamitas han sabido aprovechar aquella guerra y han convertido en atracciones   turísticas los túneles del vietcong, o los lugares donde se   libraron las batallas más sangrientas.
                En un solo viaje podrás recorrer todo el país y visitar los lugares más   interesantes. Aunque es un país extenso en longitud, tiene pocos kilómetros de   ancho, y se puede recorrer cómodamente en tren o autobús. Conocerás los dos   Vietnam: el del sur, húmedo, de pueblos flotantes de pescadores y de los   negocios; y el del norte, cultural, artístico, con historias de grandes reinos y   enclaves remotos.
                Ho Chi Minh, comienza el espectáculo
                Los vuelos internacionales suelen aterrizar en la ciudad de Ho Chi Minh, que aunque no es la capital, sí el   corazón comercial y de negocios del país. Como la mayoría de las ciudades asiáticas, el ruidoso tráfico y la polución resultan   lo peor, aunque las zonas de grandes bulevares y parques, alivian el agobio.   Aquí la tradición vietnamita se mezcla con la vida moderna:   vendedores de grillos y puestos de sopa en la calle junto a baratísimos   cibercafés (0,20 €/h), ciclotaxis y mujeres que llevan al hombro el típico   balancín con cestos, junto a terrazas y cafés de influencia netamente   francesa.
                La mejor manera de moverse es en moto (los motoristas se ofrecerán a   llevarte: 0,75 € por trayecto o 1,5 € por hora), o en ciclotaxi (1 € la hora).   Aunque los autobuses son excepcionales y llevan aire acondicionado (0,1 €).
                Lo más interesante se concentra en el distrito 1 o Saigón.   Aquí están la catedral de Notre Dame y el Ayuntamiento, y los hoteles más lujosos, como el Rex y el histórico Continental. En este último se rodó gran parte de El americano impasible, basada en la novela de   Graham Greene. También aquí encontrarás tiendas de seda, recuerdos o   objetos de electrónica. Prueba uno de los estupendos helados de Bo Gio   Café (calle Nghiep).
                Para hacer compras, el mercado más popular es el de Ben   Thanh, al sur del centro, aunque al ser turístico tendrás que regatear   duro. Encontrarás artesanía en madera y vestidos de seda. Detrás del mercado,   saborea la comida típica de Hué, en Nam Giao (platos por 0,5 €).
                En la zona de Pham Ngu Lao, están los alojamientos   más económicos. Sus restaurantes y bares de copas tienen ambiente hasta la madrugada. En el Saigon Café podrás degustar platos vietnamitas, una especie de crêpes que   uno mismo rellena de cerdo y gambas. Cerca, una pensión aconsejable es la de Miss Loy’s (+84 88 367 973), un lugar limpio y familiar que   lleva la encantadora Hoin (sobrina de Miss Loy). Precio: 7 € la doble, con   desayuno.
                Hay varias pagodas y templos interesantes. La de Giac Lam, al oeste, es la más antigua de la ciudad (siglo   XVII), con la misma ornamentación desde 1900.
                    
                  POR EL DELTA DEL   MEKONG
                  
                  Desde la ciudad Ho Chi Minh estás a un paso de la extensa   cadena de ríos y canales que forma el gigante delta del río   Mekong, al sur del país. El agua ha dado lugar a una forma de vida   única, en la que todo se desarrolla en su superficie: se lavan, navegan,   pescan... En una excursión de un día podrás visitar alguno de los pueblos flotantes más cercanos a Ho Chi Minh, como Mytho o Vinh Long. Aunque si quieres profundizar más en el   Delta, la ciudad de Can Tho se encuentra a unas cuatro horas y   media en autobús (1,5 €). Merece la pena pasar la noche en el pueblo, ya que   cuando más actividad tienen los mercados es de 6 a 9 h. Alquilar un barco de   remos vale unos 2,25 € la hora. En Hien Guest House (00 84 71   812 718. 7 € la doble) organizan visitas a los mercados.