Un niño tibetano hace girar su molino de oración en las calles de Lhasa. Miles de debotos tibetanos hacen girar sus molinillos de oración, a la vez que hacen el Kora alrededor del Kokhang y recitan sus oraciones. En el interior del molinillo se encuentra un papel escrito con la oración que recitan, de forma que cuando lo hacen girar una vez, es como si recitaran la oración.