Varias gaviotas sobrevuelan los alrededores del Puente de Carlos.  El Puente de Carlos (en checo Karl?v most) es el puente más viejo de Praga, y atraviesa el río Moldava de la Ciudad Vieja a la Ciudad Pequeña. Es el segundo puente más antiguo existente en la República Checa. Su construcción comenzó en 1357 con el visto bueno del Rey Carlos IV, y fue finalizado a principios del siglo XV. Dado que en ese entonces constituía la única forma de atravesar el río, el Puente de Carlos se transformó en la vía de comunicación más importante entre la Ciudad Vieja, el Castillo de Praga y las zonas adyacentes hasta 1841. El puente fue también una conexión importante para el comercio entre Europa Oriental y Occidental. Originalmente esta vía de comunicación recibió el nombre de Puente de Piedra (Kamenný most) y Puente de Praga (Pražský most), pero lleva su denominación actual desde 1870. El puente tiene una longitud de 516 metros, y su ancho es de casi 10 metros, al tiempo que se encuentra apoyado en 16 arcos. Está protegido por 3 torres distribuidas entre sus dos cabeceras, dos de ellas en Malá Strana y la restante en el extremo ubicado en la Ciudad Vieja. La torre localizada en la cabecera de la Ciudad Vieja es considerada por muchos como uno de las construcciones más impresionantes de la arquitectura gótica en el mundo. El puente está decorado por 30 estatuas situadas a ambos lados del mismo, la mayor parte de las cuales son de estilo barroco y fueron construidas alrededor del 1700. Durante las noches el Puente de Carlos es un testigo silencioso de los tiempos medievales. Pero durante el día, su cara cambia completamente y se transforma en un sitio muy transitado. Artistas y comerciantes tratan de hacer dinero a expensas del importante flujo de turistas que todos los días visitan el lugar.