El tren llega a Aguas Calientes donde minibuses privados esperan para acompañar a los pasajeros en los quince minutos de viaje hasta la ciudad, evitando las colas. A su llegada a la entrada de Machu Picchu, los pasajeros pueden ir directamente a la ciudadela de los boletos han sido previamente adquiridos para todos los huéspedes. Un guía le acompañe en torno a la ciudadela en pequeños grupos, destacando la mejor de las ruinas y la historia de este asentamiento Inca.