El Puente de Brooklyn es uno de los puentes en suspensión más antiguos de Estados Unidos. Tiene una longitud de 1.825m y conecta los barrios neoyorquinos de Manhattan y Brooklyn. La construcción del puente se inició en 1870 y se abrió al público el 24 de Mayo de 1883, usándolo ese día 1.800 vehículos. Actualmente pasan por él una media de 145.000 cada día. El Puente de Brooklyn ha aparecido en numerosas escenas de películas, como Superman: el Retorno, Deep Impact, Los 4 Fantásticos, Gangs of New York, etc. Desde Manhattan, un buen lugar para contemplar el Puente de Brooklyn es el South Street Seaport (Puerto de la calle Sur), donde se encuentra el Pier 17, una zona de entretenimiento y bares, lo que propicia disfrutar de su característico estilo arquitectónico gótico de sus imponentes pilares desde una terraza, tomando una cerveza. También es aconsejable cruzar el puente hacia el lado Brooklyn para llegar al parque (Empire Fulton Ferry State Park) situado a orillas del rio Sur, bajo el mismo puente. Las vistas del puente desde este parque nos recuerdan la oscarizada película de Woody Allen, Manhattan. Y ya desde aquí, y si tenemos ganas y fuerza, podemos cruzar el puente a pie, por su paseo peatonal, y así disfrutar de grandes vistas de Manhattan y Brooklyn. En cualquier caso, uno de los mayores méritos de este puente emblemático de Nueva York es permanecer erguido. O lo que es lo mismo, el no haberse derrumbado por el azote de los temporales, como les ha ocurrido a muchos otros puentes de Nueva York construidos con posterioridad.  Desde Manhattan, un buen lugar para contemplar el Puente de Brooklyn  es el South Street Seaport (Puerto de la calle Sur), donde se encuentra el Pier 17, una zona de entretenimiento y bares, lo que propicia disfrutar de su característico estilo arquitectónico gótico de sus imponentes pilares desde una terraza, tomando una cerveza.  También es aconsejable cruzar el puente hacia el lado Brooklyn  para llegar al parque (Empire Fulton Ferry State Park) situado a orillas del rio Sur, bajo el mismo puente. Las vistas del puente desde este parque nos recuerdan la oscarizada película de Woody Allen, Manhattan. Y ya desde aquí, y si tenemos ganas y fuerza, podemos cruzar el puente a pie, por su paseo peatonal, y así disfrutar de grandes vistas de Manhattan y Brooklyn. En cualquier caso, uno de los mayores méritos de este puente emblemático de Nueva York es permanecer erguido. O lo que es lo mismo, el no haberse derrumbado por el azote de los temporales, como les ha ocurrido a muchos otros puentes de Nueva York construidos con posterioridad.