La Estatua de la Libertad se encuentra en una pequeña isla en el medio del puerto de la Ciudad de Nueva York. Diseñada por el escultor Frederick Auguste Bertholdi, fue un regalo de amistad internacional del pueblo de Francia, en conmemoración del centenario de la independencia de Estados Unidos en 1876. El monumento tiene 151-pies (46-metros) de altura y está erigido en un pedestal de granito sobre las paredes de un empalme con forma de estrella. Recién fue completada y dedicada el 28 de Octubre de 1886. El 15 de Octubre de 1924 se la designó Monumento Nacional. La idea de que la república francesa hiciera un regalo a los ciudadanos estadounidenses se le ocurrió al escultor Frédéric Auguste Bartholdi una noche de verano de 1865, mientras cenaba en casa de un historiador francés.Seis años más tarde, durante un viaje a Nueva York, Bartholdi, que a la sazón contaba 37 años, descubrió el perfecto emplazamiento para la estatua: la isla de Bedloe, en la parte alta de la bahía de Nueva York, un lugar visible para todos los barcos que acudieran al puerto.La elección del rostro de la estatua dio muchos quebraderos de cabeza a Bartholdi, que finalmente se decidió por darle las adustas facciones de su madre, una fanática protestante que había vuelto loco a su hijo, literalmente hablando, al prohibirle casarse con la mujer a la que quería: una judía.Otro problema era encontrar los materiales adecuados para construir una estatua que resistiera la intemperie y, a la vez, fuera ligera para transportarla por el mar, y se inspiró en el Coloso de Rodas, que era hueco, revestido en bronce, él uso laminas finas de cobre.