Restaurante L´Insensé 39, boulevard Bonne Nouvelle 34000 Montpellier. Uno de los restaurantes más de moda de la ciudad. Para comer:  La Diligence,  2 Place Pétrarque (tranvía 1: parada Comédie). Cocina provenzal servida con mucha atención y platos exquisitos como el ‘Mil feuille de foie et agneau’ o milhojas de foie y cordero, así como otros más mediterráneos como el gazpacho, o con influencias irlandesas como el cava de whisky. Le Grillardin,  3 Place Chapelle Neuve ( tranvía 1: parada Louis Blanc). Un romántico establecimiento de la ciudad antigua. Ofrecen elaboradas recetas provenzales, donde sobresale la carne de venado, los ravioli de salmón o la ensalada ‘pied de cochon’. Es imprescindible dejar un hueco para el ‘fondant au chocolat’ de postre. Cellier Morel,  27 Rue de l’Aiguillerie ( tranvía 1: parada Comédie). Con un impresionante techo abovedado, este restaurante se encuentra en la planta baja de un hotel del siglo XIV edificado en estilo gótico. Un caro ejemplo de cocina francesa creativa y servicio impecable, a cuyos mandos se encuentran los chefs Eric Cellier y Pierre Morel. Les Bains de Montpellier,  6 Rue Richelieu ( tranvía 1: parada Comédie). Situado en una antigua casa de baños de 1770 y tras pasar más de 40 años abandonado, fue rehabilitado como restaurante trendy por Guy Falco en 1998. Ofrecen cocina mediterránea basada en el pescado de mercado, que varía cada día. Excelente decoración y buenas intenciones, que quedan mermadas con la atención y la poca elaboración de los platos. Divine et Sens,  2 impasse Perier (tranvía 1: parada Comédie). El antiguo ‘Menestrel’ se ha transformado en un nuevo local donde la piedra continúa siendo la protagonista en la decoración. Dos salones, dos pisos y dos ambientes: uno romántico y otro bullicioso, para dar gusto a todo tipo de comensales. Carta justa, aunque de precios elevados. Morceau de Lune,  14 Rue du Pila Saint-Gely ( tranvía 1 y 2: parada Corum). Otro local tradicional para degustar cocina provenzal, con platos originales y bien elaborados, basados en ingredientes frescos. Ofrecen buena carta de vinos, aunque los precios son demasiado elevados para la calidad de los platos. Le Vieux Four,  59 Rue de l’Aiguillerie ( tranvía 1: parada Louis Blanc). Un restaurante fantástico para los amantes de las buenas carnes a la brasa. Ambiente joven y mucha animación, en un local que no es fácil de encontrar. Precios en la línea habitual de Montpellier, aunque con menús.