Seurasaari es una isla situada en la parte noroeste de Helsinki. La isla tiene dos atractivos: por un lado, la isla en sí es un lugar para disfrutar de la naturaleza, por otro, cuenta con un museo al aire libre de edificios de los siglos XVIII y XIX. A la isla se puede llegar en autobús (final de la línea 24) o dando un paseo bordeando la costa. El inicio de la línea de autobús está junto a Stockmann. Para acceder a la isla se debe hacer a través de un puente. Como curiosidad, sólo se puede entrar a la isla a pie, ya que no están permitidos los coches, los autobuses ni las bicicletas. La isla en sí tiene un gran encanto, ya que es un inmenso bosque en el que además puedes asomarte al mar y admirar sus espectaculares vistas e, incluso, darte un baño en la playa. Además, cuenta con todo tipo de servicios, como puestos de comida, restaurante o barbacoa para los cocinitas. La isla posee una gran riqueza de flora y fauna. Las especies de flores y aves que te vas encontrando por el camino son muy variadas. Además, hay unos compañeros de viaje de lo más simpáticos: no te marcharás de la isla sin encontrarte con una o varias ardillas. Por otro lado, está el museo de casas de madera. Una gran colección de edificios de madera traídos de diferentes partes del país te muestran la vida rural en tiempos pasados. La visita a los exteriores de los edificios es gratuita, mientras que el precio para entrar en los mismos es de 6€. Las casas son muy curiosas. Están las típicas viviendas, la iglesia, el molino... Pero también hay otras más peculiares, como las cabañas alargadas en las que se guardan las enormes canoas, o las casetas elevadas donde se guardaba la carne a salvo de los osos y lobos del lugar. Ah! Y no olvidarnos de los almacenes donde se guardaban las carretas y los trineos.