Unas niñas bailan en las inmediaciones del monasterio de Nakuto Lab, a las afueras de Lalibela para ganarse algo de propina con los turistas. En Lalibela hay once iglesias excavadas en la piedra, a 2.700 m. de altitud y a unos 700 km. de la capital etíope, Addis Abeba. Han sido datadas entre los siglos XII - XIII y denominadas como "la Jerusalén negra". Su construcción se atribuye al rey Lalibela (siglo XIII) que fue, más tarde, canonizado por la iglesia etíope y que ha sido considerado por los europeos como el famoso Preste Juan. El impacto que provocan las iglesias la primera vez que se ven es tan grande que el primer europeo que las vio, el sacerdote portugués Francisco Álvarez, lo eliminó de su crónica porqué pensaba que nadie le creería. Las construcciones son monolíticas, talladas en una masa inclinada de tierra volcánica roja, asentada sobre una capa de basalto gris oscuro, situadas a ambos lados del río Jordán y comunicadas mediante túneles y pasadizos con aperturas que dan a cuevas de ermitaños y catacumbas. Algunas son de tipo basílica, con características arcaicas que imitan elementos arquitectónicos de periodos anteriores, pero al mismo tiempo difieren las unas de las otras en diseño y estilo. Dos de ellas están decoradas con interesantes pinturas murales y figuras esculpidas. Se dice que el rey Lalibela tardó 24 años en construirlas. Se han clasificado en tres grupos diferentes: iglesias construidas en cuevas, estructuras sencillas construidas dentro de una cueva natural (Makina Medhane Alem, Yemrehanna Kristos); iglesias excavadas en la roca, son todas aquellas excavadas en una pared de roca y, a veces, usando una cueva ya existente para ensancharse (Aba Libanos, Bete Meskel, Bete Denagil); iglesias monolíticas, oradadas en la roca en una sola pieza y separada de ésta por trincheras por todos los lados excepto por la base (Bete Medhane Alem, Bete Mariam, Bete Emmanuel, Bete Giorgis). La erosión causada principalmente por la intemperie está deteriorando la superficie de la piedra de todas las iglesias por lo que necesitan una restauración urgente. Las principales son la iglesia de Medhane Alem, la de Maryam, la de Ammanue, la de Giyorgis y la de Golgota-Mikail. En Lalibela se siguen practicando los mismos cultos y ritos que hace 800 años y para los cristianos ortodoxos de Etiopía es una segunda Tierra Santa, con su cauce rebautizado Jordán y su Monte Tambor. Lalibela es el mejor ejemplo de cristianismo arcaico, pues en ella viven no menos de 350 sacerdotes, 250 diáconos, 400 novicios y varios cientos de monjes, todos ellos en una estructura fuertemente jerarquizada.