En el lado sur del mercado se pueden ver varias casas de aspecto medieval. En realidad no son medievales, porque muchos de ellas son reconstrucciones modernas de estilos medievales. Algunos críticos utilizan estas reconstrucciones y otras (como la casa de gobierno provincial o de la Santa Capilla de sangre) para reducir la imagen de Brujas a una mera falsificación. Es absolutamente cierto que Brujas es tanto una ciudad medieval como una reconstrucción neo-gótica del siglo 19. No es difícil, sin embargo, entender que los edificios que tienen siglos de antigüedad siempre tienen que ser renovados en ciertos momentos con el único propósito de mantenerlos con vida.