Un elefante estira su trompa para comerse las ramas de un árbol cerca del campamento Khwai River Lodge de Orient Express en Botswana, en el interior de la Reserva Salvaje de Caza Moremi. Botswana dice que protegerá los elefantes. El ministro de Medio Ambiente de Botswana anuncia que la caza comercial de elefantes y otros animales salvajes quedará prohibida a partir de 2014 para evitar que continúe disminuyendo la población de estas especies. Hoy, ocho meses después de la inoportuna rotura de cadera y el escándalo protagonizado por el rey de España mientras cazaba elefantes en Botswana, el ministro de Medio Ambiente de ese país declaró a la BBC que "la caza de animales salvajes por deporte o para obtener trofeos ya no es compatible con nuestro compromiso para preservar la fauna local". Como recogió en su momento Salva la Selva, el Professor Rudi van Aarde, prominente experto en elefantes y ecologista, analiza en su estudio “Elefantes: Hechos y fábulas” que actualmente Africa tiene tan sólo la mitad de los elefantes con los que contaba hace 40 años. Entre 1970 y 1989 la caza furtiva redujo el número de elefantes a unos 500.000. Concretamente en Botswana, hay hoy día unos 130.000 elefantes. Esta cifra supone un tercio menos de los elefantes que había en la propia Botswana al principio del siglo XX. Por su parte, el Sr. Rann, quien coordinó el safari en el que participó el Rey, defendía la idea de que cazando elefantes en realidad se les hace un bien. Muchos medios de comunicación de masas recogieron esta idea y la expusieron como argumento de las supuestas bondades de la cacería de animales salvajes. “Hay demasiados elefantes” repetían unos y otros. El Ministro de Botswana desdice ahora con su decisión todas estas afirmaciones poco rigurosas y que intentaban justificar la hasta hace poco intocable figura del rey español. El monarca admitió públicamente que lo sentía mucho, que se había equivocado y que no se volvería a repetir. Salva la Selva sostiene que la conservación de las especies es una decisión mucho más productiva y acertada que la diversión de los multimillonarios, que pueden llegar a pagar hasta 30.000 $ para matar cada elefante. Celebramos la decisión de Botswana de prohibir la caza de elefantes, y recomendamos la inmediata entrada en vigor de la medida, que sin embargo queda postergada hasta principios de 2014. Comercio ilegal de marfil Desde que en 1989 se reguló el comercio internacional de marfil, el año pasado se produjo el mayor número de incautaciones de marfil ilegal. Este negocio reaviva también las cacerías de elefantes. El marfil se utiliza para fabricar souvenirs o como símbolo de estatus, y cada pieza fabricada con este material supone un elefante muerto. Ante el escándalo protagonizado por el rey de España, Salva la Selva reaccionó con una ciberacción de protesta en la que participaron más de 11.500 personas (once mil quinientas). GeaPhotowords recogió e ilustró una columna de opinión que redactamos con nuestras impresiones sobre el escándalo que llenó portadas a principios de este año: De Reyes, Ecologistas y Elefantes. Salva la Selva exige prohibir la caza comercial y deportiva de animales a nivel mundial. Matar animales para divertirse y para colgar sus cabezas como trofeos en los salones de los ricachones es un sinsentido.