Paisaje inundado en la época de llvuas en el Delta del Okavango cerca del campamento Khwai River Lodge de Orient Express en Botswana, en el interior de la Reserva Salvaje de Caza Moremi. Botswana. A pesar de no ser ni un parque nacional ni una reserva, el Delta del Okavango es a Bostwana lo que pudiera significar el Kruger para Sudáfrica o el Serengeti para Tanzania. Ningún safari en Bostwana estaría completo sin haber visitado esta maravilla de la naturaleza. Por la importancia que esta delta tiene en todo el ecosistema del país, tiene un hueco especial. El Delta del Okavango cubre una extensión de unos 15000 kms2 a través de un laberinto de lagunas, canales e islas antes de desaparecer en el sur en las arenas del gran desierto del Kalahari; de hecho, el delta es conocido como “la joya del Kalahari” al constituir un verdadero oasis natural en medio de la aridez del territorio. Cada otoño, las lluvias abundantes de las tierras altas de Angola dan vida a este reseco paisaje localizado a más de 1000 kms de distancia. Este agua procedente de las lluvias desciende por las colinas hasta el río Okavango, que a través de sus 1430 kms de longitud fluye atravesando la región Namibia de Caprivi antes de entrar en Bostwana por el este de Shakawe. Es entonces cuando más de 18500 millones de metros cúbicos de agua se dispersan por los llanos del paisaje hasta llegar al desierto. A medida que las aguas van llenando las polvorientas cuencas el paisaje va cobrando vida transformándose en un hermoso mosaico de exuberantes praderas, marismas, bosques de miombo, bosques de mopane, islas anegadas y lagunas abiertas dominadas por papiros, palmeras y canales serpenteantes cubiertos por millones de nenúfares. En función de las lluvias caídas en Angola y del nivel del agua, las islas aparecen y desaparecen; así por ejemplo en el mes de mayo, el delta acoje a gran número de animales que acuden en busca de los verdes pastos.  La estación de lluvias en el delta coincide con la de Angola que tiene lugar entre los meses de octubre y abril y que produce la crecida del río Okavango. Estas lluvias suelen ser más intensas en el norte del delta y de menor proporción en la zona del sur. En la ciudad sureña de Maun, el contraste de temperaturas en los meses de invierno es muy notorio (entre 6º y 23º), no siendo nada extrañas las heladas durante las olas de más frío; sin embargo, en los meses veraniegos las temperaturas pueden superar los 35º en los meses más calurosos (octubre). En los meses de julio a septiembre las lluvias son nulas y prácticamente inexistentes en mayo y junio; por contra los meses más lluviosos suelen ser los que van desde diciembre a marzo. La mejor época para visitar este bello ecosistema estaría un poco en función de lo que se pretenda observar;si lo que se busca es poder contemplar a los grandes mamíferos la mejor época para ser visitado sería la comprendida entre los meses de mayo y octubre ya que es cuando el nivel de las aguas bajan y por lo tanto los animales se concentran en sus alrededores, pero si lo que se pretende es observar la amplia avifauna que habita, quizás la mejor época sea entre los meses de noviembre y abril que es la temporada de lluvias. En cualquier caso, cualquier caso se visite cuando se visite uno no puede dejar pasar la oportunidad de dar un paseo en mokoro durante unas horas. Una experiencia única que a buen seguro marcará a todo visitante que sepa apreciar la naturaleza. Otros lugares de interés localizados en las proximidades al delta serían las Cavernas de Gcwihaba (conocidas como las cuevas de las hienas o Cueva de Drotsky) para lo que se requiere obtener permiso de los lugareños de Nxainxai y estar equipado con linternas y provisiones. La entrada cuesta unos 5US$ pp y se pueden contratar su visita desde Maun; las Colinas Aha que con más de 700 millones de años y 300 mts de altura se localizan entre la frontera de Bostwana y Namibia. La sensación de estar aislado del mundo en este lugar es total; o las famosas Colinas Tsodillo que realmente están constituidas por 4 colinas inmersas en cientos de mitologías y leyendas que engloban más de 2750 pinturas rupestres de origen san.