Bonitas y plásticas puestas de sol desde el embarcadero del campamento Eagle Island Camp de Orient Express, en las afueras de la Reserva de Animales de Moremi, en Botswana. DELTA DEL OKAVANGO MAUN. Maun es la capital del delta del Okavango, un complejo y amplio sistema lacustre formado por las aguas del río Okavango, que forma un delta interior en el norte de Botswana de casi veinte mil kilómetros cuadrados. La ciudad se encuentra al sudeste de este delta, fuera de la zona inundable y a las puertas del desierto de Kalahari. Maun, considerada la puerta sur del Okavango, es la quinta población de Botswana. Tiene 30.000 habitantes y fue fundada en 1915 como capital tribal de la etnia botawana, una sub-tribu de los tswana o tawana que pastoreaban en los límites del delta. Actualmente es el centro administrativo y la capital del distrito de Ngamiland, pero su actividad más importante es la organización y el suministro de los numerosos safaris y estancias que se organizan en el delta del Okavango. La ciudad es una mezcla de capital moderna y chozas indígenas. En sus inicios tuvo reputación de ciudad fronteriza en la que se reunían los rebaños de los alrededores y se organizaban cacerías, pero desde los años noventas del siglo pasado el turismo ha favorecido un rápido crecimiento de la ciudad en las riberas del río Thamallakane. Maun posee numerosas tiendas, hoteles y lodges, y en ella es posible alquilar vehículos especiales para viajar al delta o una avioneta desde la que desplazarse a alguno de los aeródromos que menudean en los pantanos. No obstante, el carácter turístico de la ciudad, a ella acuden todavía los habitantes de la región con sus rebaños para comerciar.  El clima. La estación de las lluvias en el delta coincide con la de Angola, que tiene lugar entre octubre y abril y produce la crecida del río Okavango, que empieza a notarse en diciembre y tarda nueve meses en completarse debido a la escasa pendiente del río, unos 60 m en 450 km. Las lluvias son más abundantes en el norte y menores en el sur, donde el río se interna en el Kalahari. En la ciudad de Maun, la puerta sur del delta del Okavango, el contraste entre el día y la noche es muy grande en invierno, con una media de las mínimas de 6 ºC y una media de las máximas de 23 ºC. No son raras las heladas durante las olas de frío. En verano, el calor es muy fuerte pero por la noche sigue refrescando, con una media de las mínimas de 19 ºC en noviembre y diciembre y una media de las máximas de 35 ºC en octubre, antes de las lluvias. La humedad se mantiene entre el 55 y el 70 por ciento. Las lluvias son nulas en julio, agosto y septiembre y prácticamente nulas en mayo y junio, con 5 y 3 mm de media. En octubre, la media es de 23 mm; en noviembre, de 56 mm; en diciembre, de 86 mm; en enero, el mes más húmedo, de 107 mm; en febrero, de 71 mm; en marzo, de 71 mm, y en abril, de 18 mm; luego se acaban, pero las aguas siguen subiendo muchas veces hasta julio. EL DELTA DEL OKAVANGO El Okavango es un río africano, que nace en Angola en una zona bastante lluviosa y que tras un recorrido de casi 1.000 km y atravesar la franja de Caprivi (Namibia), llega al desierto del Kalahari, ya en Botswana, en donde penetra en una cuenca endorreica (cuencas sin desagüe al mar), en la que forma una extensa región aluvial impropiamente denominada y conocida en todo el mundo como el Delta del Okavango. Como desemboca en una zona con un clima muy árido, se trata de un río alóctono (cuando las aguas de un río terminan en zonas desérticas donde se pierden por infiltración y evaporación). Su cuenca se extiende sobre una superficie de 721.277 km². Así pues, el delta del Okavango es un caso poco usual de delta, en el sentido de que este río no desemboca en el mar. En realidad, no se trata de un verdadero delta fluvial, sino de un abanico fluvial o cono de deyección muy grande, que se produce donde el río Okavango desagua en una llanura prácticamente endorreica con un clima mucho más seco que en sus cabeceras. En el delta del Okavango existe la única población de leones nadadores; éstos se ven forzados a entrar en el agua, que durante las crecidas llega a cubrir el 70% de su territorio, para cazar antílopes e impalas.