Una barca de pesca sale del puerto de Semporna. A lo lejos se puede ver la mezquita de Semporna. El único edificio interesante de Semporna es su mezquita, de blanco impoluto, que contrasta con su entorno, particularmente con el mercado, medio construído sobre el agua. Las opciones de buceo desde Semporna son muy variadas, desde el mochilero que se gasta su presupuesto diario en buceo y duerme por 2 euros, hasta los resorts de lujo, algunos con isla privada, pasando por el lugar más extraño en que he buceado, la mencionada plataforma petrolífera de SeaVentures Dive, que ahora, en vez de extraer petróleo del fondo marino, envía buceadores al mismo. Scuba-Junkie es el centro de buceo más popular de Semporna, con hostal adjunto, que sólo te cuesta 2€ si buceas con ellos y 4€ si sólo te alojas. El dueño, Tino, es un alemán amante de la fotografía submarina, como demuestran las decenas de fotos de gran calidad colgadas en el centro de buceo, y el gerente, Ric, un escocés que vino de vacaciones 2 semanas hace 5 años y se quedó. Por 50€ se pueden hacer 3 inmersiones por día, comida incluída, saliendo a las 8 a.m. y regresando sobre las 4.  Las lanchas rápidas tardan 40 minutos en llegar desde Semporna hasta Mabul, la isla más cercana a Sipadan con alojamiento, pero demasiado aborrotada para mi gusto, y en 20 minutos más estás en Sipadan.  La primera inmersión te deja tan boquiabierto que casi te olvidas de respirar, pues a sólo 2/3 metros de profundidad la variedad de corales y de peces tropicales es única.  Aunque esta no es la mejor época del año, por estar todavía el monzón acechando, la visibilidad es buena, entre 15 y 20 metros.