Indonesia cuenta con más de 128 volcanes activos. En Bali, hay algunos de ellos y otros que son más inofensivos. El Volcán Batur es una excursión que ningún viajero debe dejar de experimentar.Es muy conocido entre los balineses. Cuenta la leyenda que Batur fue un Dios que desafió a los demás en un reto mortal que nadie podía ganar. El reto consistía en crear el hombre más perfecto del mundo, todos lo intentaron pero Batur se dejó guiar por el egoísmo haciendo trampa. Su castigo fue ser un volcán por el resto de su vida. Para emprender la aventura se puede alquilar algún transporte (lo mejor sería un jeep). Cabe mencionar que es aconsejable dedicarle un día completo o dos porque hay varias cosas para conocer. El camino está en buen estado y totalmente decorado de una vegetación típica de Bali (llena de brillo y color). Además, a medida que el recorrido avance y el cansancio le gane al entusiasmo, puedes llevar una carpa y acampar una noche en algunas de las aldeas que se encuentran en el camino. Estas se caracterizan por sus amables habitantes y su deslumbrante artesanía. Cada aldea se destaca por sus artes y tradicionales trabajos que las distingue unas de otras. Ellos son todos unos profesionales, realizan todo lo que te puedas llegar a imaginar y con cualquier material. Son las personas adecuadas para acompañarte a explorar el volcán ya que ellos conocen hasta sus secretos más ocultos, de manera que puedes conocer historias muy misteriosas. Cuando se está por llegar al volcán, aparece una gran grieta que te muestra el camino para empezar el ascenso. Allí se encuentra un lago tan transparente que se asemeja a un espejo. Para llegar hasta la cima se tarda mas o menos tres o cuatro horas (depende del tiempo que dure cada descanso). Si eres asmático, esto no es recomendable dado que a medida que se asciende, se dificulta el ritmo cardíaco por su camino desértico y empinado.