La cultura sobrevive en Bali a pesar de la islamización de Java (su vecino). Es la fuente de la vida del pueblo que se vuelve imprescindible para la identidad de sus habitantes, con una manera de vivir completamente distinta si se compara con el resto del país. El pueblo balinés ha tenido éxito en conservar su cultura a pesar de tanta influencia extranjera traído por los turistas. Para los indonesios la danza y el baile es la mejor manera de entretenerse. Se ejecutan tanto para el viajero como para las celebraciones de los festivales de cada región. Antiguamente las danzas estaban vinculadas a las ceremonias religiosas y aunque no han perdido del todo esa realidad, su finalidad es, cada vez más el distraer y entretener el espíritu. Las danzas más famosas son el Bedaya y el Serimpi, que se bailan en Java central. El grupo coreógrafo Wayang Wong, representa episodios de las grandes epopeyas hindúes. Como siempre esta cultura ha pasado a través del tiempo absorviendo costumbres y adaptando otras culturas a su forma de vida. Sus gentes son personas que abiertas a los que ofrecen una calurosa bienvenida a nuevas ideas, pero al tiempo conservan una forma de vida única marcada por sus tradiciones religiosas, sociales y culturales.