Una mujer en trance es ayudada por el resto de devotos al vudú.  La mayoría de los ritos del Vudú empiezan con oraciones cristianas recitadas en francés, después la lengua cambia al criollo, combinación principalmente de francés, español, africano y ‘ patois’ - palabra esta última que los franceses aplican con desprecio a lo que no entienden. Empiezan las danzas extáticas y los tambores a ritmo cada vez más trepidante. Sus actividades de hechicería y conjuros, encierran fetichismo (palabra derivada de la portuguesa feitiço’ que data de 1760) luego siguen cultos paganos de sacrificio, manipulación en trance y comunicación con sus respectivos dioses, cuyos nombres indican su procedencia de Dahomey. El vudú fue perseguido en Haití desde 1685, en que sacerdotes católicos, administradores de plantaciones y de esclavos, prohibieron ‘ los cantos y las asambleas de negros, acompañadas o no de tambores. Eso contribuyó a su propagación pues esas asambleas eran claramente antiesclavistas.